Venezuela, un país capitalista con una economía elitista de bodegones
«El salmón noruego era cuatro veces más caro del precio que yo pago en Noruega», le dice a BBC Mundo Benedicte Bull, profesora de Ciencias Políticas de la Universidad de Oslo y directora de la Red Noruega de Investigación de América Latina (NorLARNet) y la Academia de Gobernanza Global de Oslo.
Bull, que viajó recientemente a Venezuela, participó en un estudio hecho en colaboración con el Centro para la Investigación y Formación Obrera (CIFO), dirigido por Manuel Sutherland y Antulio Rosales, de la Universidad de New Brunswick, Canadá, llamada «Venezuela: de la crisis económica al capitalismo elitista bodegonero».
Desigualdades y anarquía
El análisis muestra cómo los bodegones se han transformado en un síntoma de la profunda crisis económica venezolana y sostiene que este tipo de comercios son la cara más visible de una «dolarización anárquica» de facto y de las nuevas desigualdades que existen en el país.
Si bien hace unos años la mayoría de los venezolanos no conseguía los productos necesarios para subsistir, ahora, que abundan, no puede pagarlos.
En BBC Mundo se habló con la investigadora Benedicte Bull para tratar de entender cómo está cambiando la economía en Venezuela, que ha vivido un proceso de liberalización tras años de controles estatales.
¿Por qué usted califica estos bodegones como capitalistas?
Porque existe la noción de que el gobierno en Venezuela es socialista. Pero lo que vemos ahora es que la economía que está emergiendo está basada principalmente en el principio de obtener ganancias.
Venezuela no es un país socialista. Es un país con una economía capitalista bodegonera. La economía de los bodegones no está dirigida por el gobierno, no son negocios del Estado.
Lo que ocurre es que algunos de los dueños de los bodegones tienen el permiso para operar en base a contactos con el gobierno. Pero eso es diferente. En definitiva, no hay una lógica alternativa al capitalismo.
Sin embargo, no es el mismo capitalismo que opera en otros países…
Es una forma distinta de capitalismo de la que existe en otros países, donde el capitalismo está más regulado. En nuestras investigaciones estamos tratando de describir cómo funcionan algunos aspectos del sistema económico venezolano, pero aún es muy pronto para describirlo como una categoría en sí mismo.
Es un modelo capitalista, pero es muy diferente al capitalismo que tenemos en Noruega, el cual está muy regulado. Y tenemos espacios que no funcionan bajo una lógica capitalista, como la salud, la educación o muchos otros.
¿Qué paralelos tienen los bodegones con algunos de los procesos de liberalización ocurridos en la ex Unión Soviética o en China hace varias décadas?
Es bastante lejano a la experiencia en China porque no está presente un Estado fuerte. En este caso es el gobierno que trata de controlar, a través de canales informales en una manera muy personalista de regular, la economía, es decir, el monitoreo y las sanciones dependen de quién eres. No hay regulaciones que se apliquen a todos de la misma manera.
En relación a este capitalismo elitista bodegonero que usted señala, ¿existen experiencias similares en otras partes de América Latina?
Lo que más podría acercarse, aunque no es lo mismo, son los negocios donde se compra con dólares en Cuba, los «diplomercados» que sólo son accesibles para una pequeña élite y para extranjeros.
Venezuela está avanzando hacia la misma trampa en la que cayó Cuba en el sentido de operar con monedas paralelas que funcionan en la misma economía.
Cuba ha intentado encontrar maneras de salir de ese sistema, pero es muy difícil cuando ya ha sido establecido.
¿Qué representan estos bodegones en relación al modelo económico que existe en Venezuela?
Por una parte, representan la desregulación de la economía. Es un fenómeno de estudio interesante. También representan cómo esta apertura económica no planificada produce nuevas desigualdades.
Nicolás Maduro asegura que la economía está en buen pie y que eso beneficia a todos los venezolanos. Por ejemplo, recientemente el país superó la hiperinflación y el Producto Interno Bruto ha mejorado su desempeño…
La principal razón del crecimiento económico es que ha aumentado el precio del petróleo y el hecho de que el gobierno ha encontrado algunas maneras de evadir las sanciones, aumentando la producción petrolera.
También ha crecido el flujo de remesas y se han flexibilizado los fuertes confinamientos por la pandemia.