Venezuela se enrrumba hacia una apertura económica «muy precaria e improvisada»

Este año, y pese a la pandemia, se han materializado algunas aperturas económicas que hasta hace un tiempo el chavismo se negaba siquiera a la posibilidad de permisar. Uno de los beneficiados fue el sector de bingos y casinos, quienes finalmente recibieron la autorización de reanudar su funcionamiento en el país.

Sin embargo, esas burbujas económicas no necesariamente se traducen en la salida perfecta a la crisis por la que atraviesa Venezuela, desde hace varios años.

El economista venezolano Manuel Sutherland explicó a EFE que Maduro, tomó esta medida, contrariando la que planteó su antecesor y padre político, Hugo Chávez (1999-2013), hace diez años.

“Está en un proceso de apertura para, de alguna manera, recuperar la economía, aunque de una forma muy precaria e improvisada”.

Por su parte, el economista Leonardo Buniak, aseguró que el régimen está dando pasos de “apertura acelerada” para tratar de reanimar la economía “y cree que esa es una manera de hacerlo”.

“Para Maduro es necesario y es importante abrir los casinos por, entre otras cosas, la posibilidad de dinamización de ciertas actividades económicas”, puntualizó.

Buniak explicó que la decisión de Maduro no significa necesariamente que esté en contra de Chávez.

Solo de casinos no se vive

En enero del año pasado, cuando Maduro anunció la apertura de un casino internacional en el remodelado hotel Humboldt, ubicado en la cima del cerro El Ávila, en Caracas, dijo que los recursos recaudados serían invertidos en diversas áreas del Estado, como en la salud y la educación.

Ante esa aseveración, Sutherland dijo que este tipo de negocios son difíciles de fiscalizar.

“Uno no puede llegar y comprar cinco millones de fichas en efectivo y no pasa por la contabilidad, o hacer transferencias vía Zelle o cualquier cosa que elude de alguna manera el tributo; entonces es muy difícil que eso verdaderamente genere algún impuesto importante”.

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Para Buniak, la apertura de casinos no incidirá tampoco en el turismo nacional e internacional, porque solo una pequeña proporción de las personas viaja por los casinos.

“El turista busca servicios básicos, infraestructura. A nivel de infraestructura turística el país sufre grandes debilidades, entre otras cosas, porque no hay agua, luz eléctrica ni gasolina”, recalcó.

Inseguridad jurídica y política

En opinión de Sutherland, la industria es el sector que puede verdaderamente impulsar la economía del país, pero “actualmente no se están haciendo inversiones en esa área porque persiste la inseguridad jurídica y política”.

Ratificó que en Venezuela se necesitan medidas económicas “muy grandes y radicales” para que vuelva a crecer.

“Hay que buscar un plan de estabilización macroeconómica, un plan de ajustes, un préstamo internacional, hay que cambiar muchísimas cosas en Venezuela y evidentemente el casino es una gota en un océano de cambios que se necesitan y cambios que todavía no llegan”, puntualizó.