«Venezuela pasó de ocho años de recesión a una etapa de estancamiento de su económia»

Un bolívar que es rechazado en gran medida por comerciantes y consumidores, además de contar con dos reconversiones monetarias (2018 y 2021), llevadas a cabo en menos de cuatro años; sólo se han convertido en reflejo de la gravedad de la crisis económica en la que se encuentra Venezuela.

Con escalada de precios aceleradas, en bolívares, y con un impacto menos acelerado en dólares, parece que el país logró estabilidad en el foso.

“Pasamos de ocho años de recesión a una etapa de estancamiento de su economía”, explicó el director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, en Unión Radio.

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Detalló que efectivamente, para surfear la hiperinflación, los venezolanos optaron desde hace dos años y medio por usar divisas para garantizar el valor de sus ahorros y “la principal ventaja de la dolarización es que se convierte en un ancla de los precios”.

“Las empresas tienen que cambiarse el chip, estamos en un entorno multimoneda y la dinámica del dólar entra en la estructura de costos, el flujo de caja y debe tomarse en cuenta”.

Microexpansión de la economía

Parece que el futuro del país para un 2022 que esta a la vuelta de la esquina luce un poco más prometedor en algunos sectores.

“En 2022 estamos esperando una expansión de la economía de 5%”.

Consideró que entre los primeros beneficiados están los empresarios de los rubros: de alimentos, salud, tecnología, servicios profesionales y retail.

Reanimar el mercado

El especialista expuso cuatro puntos claves que deben tomarse en cuenta para reanimar el mercado venezolano:

  • El problema de los servicios públicos, tanto de combustible como de electricidad se convierte en un obstáculo para el crecimiento de la economía.

 

  • La ausencia de crédito. Una economía sin crédito es una economía cuya capacidad de avanzar está contenida o restringida.

 

  • El colapso financiero del Estado, no tiene capacidad de incidir en generación de bienes públicos.

 

  • Gravísimos problemas de poder adquisitivo: pensionados, empleados públicos y ciudadanos en pobreza extrema.