Rechazo al bolívar: Más del 50 % de los depósitos de la banca privada venezolana son en dólares
Como una medida para resguardarse de los efectos devastadores de la hiperinflación, y aprovechando «válvulas de escape» del madurismo, cada día los depósitos en la banca privada venezolana la moneda que domina es el dólar.
Los venezolanos han experimentado en siete años de crisis económica (2013-2021) la devaluación constante de sus bolívares en sus cuentas bancarias, por ello prefieren tener divisas para asegurar el valor de sus ahorros.
De acuerdo con cifras de Ecoanalítica, más del 50% de los depósitos bancarios, corresponde a cuentas en dólares, bajo la modalidad custodia o corriente, con las limitaciones actuales que impone el Banco Central de Venezuela (BCV), como la imposibilidad de transferir entre bancos distintos.
“Estos son procesos difíciles de revertir como lo pretende a hacer el gobierno”, según puntualizó el economista.
Dolarización financiera
Para Oliveros este proceso, además de resultar indetenible, denota en que estamos evolucionando de una dolarización transaccional a una financiera.
«La bancarización tiene ventajas que permiten además dejar de lidiar con las dificultades para la obtención del vuelto en divisas; de igual forma permite que los empleadores puedan abrir cuentas nóminas en divisas y realizar los pagos a través de esos instrumentos financieros», detalla.
Pese a que desde 2019 se han flexibilizado las regulaciones económicas, este proceso no ha sido lo suficientemente expedito como para disponer de un mercado libre.
“Este gobierno permitió la dolarización y dio grados de libertad pero hace falta muchísimo más. Se necesitan reformas para competir con otros países, algo que no existe acá”, explicó.
Transporte público exchange
Los venezolanos han destinado al uso de los pocos bolívares en efectivo sólo para el transporte público, quienes a su vez se han convertido en una suerte de casas de cambio móvil o «camionetica exchange».
«Normalmente la gente nos llega con billetes de 1 o 5 dólares, y si disponemos del efectivo suficiente le hacemos la segunda con el efectivo en bolívares», detalla Wilmer Berroterán, quien es avance en una línea de transporte público en Chacaíto, Caracas.
Por su parte, los usuarios se quejan que la tasa aplicada por ellos es muy por debajo de la que refieren las páginas del dólar paralelo, incluso los transportistas ignoran la autorizada por el BCV.
«Cuándo el dólar estaba a 3 millones ellos lo pagaban a 2 millones 500, y ahora que va rumbo a los 4 millones insisten en pagarlo a 3 millones (…) en ocasiones aceptamos porque no nos queda de otra. Yo por ejemplo trabajo en casas de familia y todos me pagan con dólares en efectivo. Si me preguntas yo no quiero bolívares», relató Maigualida Gutiérrez.
