“Que EE.UU. converse con Maduro deja a Guaidó y a la presidencia encargada en una posición de debilidad”

La reunión estratégica, entre los emisarios del gobierno de Joe Biden con Nicolás Maduro en Miraflores, sorprendió a la opinión pública nacional e internacional, ya que, deja a un lado la negativa entre ambos a una negociación directa tras un largo periodo de silencio -al menos abiertamente- y en medio de una relación bilateral compleja.

Tras la escalada mundial del petróleo,

causada por la invasión de Rusia a Ucrania, Estados Unidos busca alternativas para garantizar su autonomía energética, y ve en Venezuela una oportunidad para cubrir sus requerimientos.

Ante esa realidad, el analista internacional, Alejandro Linares, cree que hasta este momento todo indica que los contactos entre la administración de Biden y el régimen de Nicolás Maduro son reales.

“Todos los indicios nos demuestran que ese contacto y ese acercamiento es real, que existe”.

Los hechos

Desde la Casa Blanca, durante el pasado fin de semana, aseguraron que emisarios de Biden habían viajado hasta Caracas, con la misión expresa de reunirse con Maduro y con representantes del régimen.

Tras ese hecho se logró, como primera respuesta, la liberación de dos ciudadanos estadounidenses. Uno de ellos, un ex alto ejecutivo de la empresa Citgo.

De igual forma ha habido pronunciamientos concretos de Ned Price, portavoz del Departamento de Estado, quien a su vez aclaró que pese a los acuerdos con el madurismo persiste el reconocimiento de Guaidó como presidente interino de Venezuela.

“EE.UU. no han dejado de reconocer a Guaidó como la única autoridad legítima, pero de igual forma están reconociendo que quien tiene la capacidad de ejecutar, su capacidad de acción, esa la posee Nicolás Maduro. Esa es la interpretación que se le puede dar”.

Explicó que es muy factible que estos contactos se prolonguen en el tiempo, debido a la situación actual de EE.UU.

“Recordemos que en materia económica tienen un escenario inflacionario que está golpeando la economía y el bolsillo de los norteamericanos. Además, de la subida de los precios de la gasolina y el petróleo a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania. Por ello, está haciendo lo necesario para garantizar el abastecimiento de petróleo que no va a recibir de Rusia y evitar que los precios continúen en alza”.

Cortesía

Linares, no descarta que parte de lo que está sobre la mesa es el relajamiento o el retiro de algunas sanciones, para que Venezuela pueda venderle petróleo y suplir a EE.UU.

“Las estrategias que se han emprendido hasta ahora no han rendido los frutos esperados, es por ello que Biden está experimentando con nuevas formas de abordar el problema a ver si logran conseguir resultados más concretos y específicos”.

Posición de debilidad

Para el analista, queda descartada la idea de que se vaya a ver afectado el reconocimiento internacional que goza Juan Guaidó, tras los acuerdos a los que pueda llegar con el madurismo pero deja en evidencia su debilidad institucional.

“60 países mantienen ese reconocimiento, por lo que desestimo que vayan a retirar ese apoyo sólo por el hecho de que Biden está en conversaciones con Maduro.

Afirmó:

El que EE.UU. converse con Maduro deja a Guaidó y a la presidencia encargada en una posición de debilidad. Les hacen ver como un actor y una institución, que si bien, tienen reconocimiento internacional no tienen una capacidad real de acción”, dijo el analista a Cima 360.

Retomar relaciones

Por su parte, el politólogo, Daniel Santolo, explicó que la geopolítica está motivando a Estados Unidos a mejorar sus relaciones con quienes resuelvan sus necesidades energéticas.

“A mi juicio están viendo pragmáticamente la necesidad de retomar esa relación, ya que, la situación en Europa se complica. Más allá que Rusia ya no le suministre petróleo es claro que sería mucho más sencillo trasladarlo desde Venezuela hasta las costas norteamericanas, eso es un hecho real y pragmático”.

Cree que esta puede ser una oportunidad para impulsar la inversión norteamericana en la industria petrolera nacional.

“Por supuesto, el gobierno de Biden entra en un dilema en cuánto a qué hacer con Guaidó. Lo que sí está claro es que con Maduro van a negociar directamente y espero que la administración madurista abra las puertas a la inversión extranjera norteamericana para mejorar la producción de petróleo”.

Aseguró que los hechos dejan en evidencia la escasa importancia política del interinato

como actor en la negociación o mediación dentro de estos acercamientos.

“A mi modo de ver Estados Unidos baipaseó a Guaidó en este proceso, a modo que el interinato no tiene un peso específico en la política nacional e internacional”.

“Por supuesto, cualquier negociación que se abra Venezuela se va a entender directamente con EE.UU. por lo que no va a necesitar intermediario alguno”.

Interinato sin campo de acción

Para el consultor político, David Rico, la posición de Biden es la de apoyar simbólicamente la figura del interinato pese a que su protagonismo esté reducido a su mínima expresión.

“Ellos no pueden decir otra cosa más que apoyar al interinato. A pesar de la inacción y la falta de pericia política. Lamentablemente, el interinato ha quedado en el olvido, y ya no tiene mayor campo de acción y penetración en la población venezolana”.

Un apoyo sólo de discurso

“Discursivamente hablando el gobierno de Biden no puede salirse de su posición de apoyo a Guaidó. Ahora bien, la acción política dice que si están discutiendo, conversando o negociando con Maduro, por lo que está pasando en el concierto internacional, pues, es a ellos a quienes están reconociendo como los legítimos administradores del país, es la verdad”.

Es enfático al asegurar que la geopolítica internacional ha cambiado de la noche a la mañana de manera drástica, obligando a EE.UU. a reaccionar ante los acontecimientos.

“A pesar de lo diezmada que está la producción petrolera en el país, lo cierto es que sigue siendo potencia en la materia y pudieran buscar las vías para proveer recursos a esa nación”.

Cree que si bien Maduro y Putin mantienen sus vínculos, pareciera que los emisarios de la Casa Blanca buscan que Venezuela se mantenga neutral en su posición.

“Si Estados Unidos logra que al menos Maduro tome una posición neutral, y que mantenga un acercamiento con Rusia, pero que este no sea un beligerante, pues así sería evidente el logro. Es decir, que Venezuela no se convierta en una nación beligerante en la región sería importante y necesario”.

«A nivel político no existe»

Rico insiste que el interinato es algo que se ha que se ha desdibujado en el tiempo en medio de errores que ha pagado toda la bancada opositora.

“El interinato existe en el papel. Realmente a nivel político no existe. Incluso, la última ventana de oportunidad que tenía la oposición venezolana de reorganizarse, reestructurarse, y reconectar con la población, la perdieron por la división, falta de estrategia y una comunicación errática (…) Evidentemente, esas elecciones dieron un puntillazo final al decir que ya no existe un monopolio opositor”.

Reafirmó que la fuerza y la fortaleza que tenía el interinato

en algún momento ha dejado de existir.

“Las negociaciones en México son cada día menos fructíferas, no se ha logrado ningún avance en todas las conversaciones que se han tenido y eso es una demostración de la poca necesidad que tiene el gobierno de Maduro por cambiar la dinámica y dar su brazo a torcer ante una oposición totalmente debilitada”.