Operación Gedeón: sargento de primera Víctor Perozo sufre secuelas tras torturas en sus testículos

Varicocele grado 3 padece el sargento primero de la Guardia Nacional, Víctor Alfonzo Perozo Durán, a consecuencia de las torturas que vivió luego de ser detenido el 21 de abril de 2020 por una comisión de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) por la denominada Operación Gedeón.

“Lo secuestraron el 21 de abril y lo presentaron el 6 de mayo. Estuvo desaparecido 16 días. Estuvo en un calabozo, en lo que llaman ‘La casa de los sueños’. Fue torturado, golpeado, más que todo en sus testículos; en sus partes íntimas, donde también recibió descargas eléctricas. A raíz de todo eso, mi hermano sufre de varicocele grado 3 y de hernia”, contó su hermana Celia Elizabeth Perozo Durán.

El sargento primero padece de dolores testiculares muy fuertes. “Llega un momento que se le inflaman mucho los testículos y el dolor que él padece es terrible cuando le pasa eso”, contó la hermana a Cima360News.

Asimismo, la hermana dijo que Perozo sufrió porque durante los primeros días “estuvieron esposados en un cuarto totalmente oscuro. Sus muñecas sufrieron mucho por las esposas”.

El estrés causó que el sargento comenzara a padecer de bruxismo. “Le dolían mucho las mandíbulas y tuvimos que llevarle una prótesis dental, de esas de goma para que cuando él durmiera se la colocara y no pegara mucho los dientes porque se le estaban desviando”, contó la hermana.

“En ciertas oportunidades le hemos llevado medicamentos por la situación enfermiza que tiene, entre ella el estrés, el agotamiento físico. A veces le duele la espalda, o tiene jaqueca demasiado tremenda; cosas que suceden allí que lamentablemente no lo atienden como deberían”.

La comida “nunca le llegó” a Perozo

La familiar del sargento asegura que “estuvo detenido alrededor de un año y medio en la sede de la Dgcim de Boleíta”. Estando en ese lugar no lo pudo ver su madre hasta luego de dos meses.

Durante el tiempo que estuvo incomunicado los familiares cuentan que le llevaron alimentos y productos de primera necesidad que habrían solicitado en la Dgcim, pero ya cuando lograron verlo se enteraron que escasamente “el agua fue lo que llegó a él”.

“Eso fue llevarle comida, medicamentos, agua y toda esa serie de cosas nunca llegaron a las manos de mi hermano. Mis padres le llevaban sus cosas, su comida, lo que pedían, pero nunca llegaron a sus manos”, dijo Celia Perozo.

El anhelo de volver a verlo

La familia Perozo Durán es de bajos recursos, por lo que la crisis económica que afecta al país les ha hecho imposible volver a ver al sargento primero desde hace más de seis meses.
“Tengo siete meses que no veo a mi hermano, mi mamá también. Lamentablemente por la mala situación que vive nuestro país se nos ha hecho difícil porque ya todo aquí es dólares y lamentablemente no somos una familia adinerada. Somos una familia de bajos recursos y se nos hace difícil ir a visitar a mi hermano”.

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Pueden saber cómo está a través de familiares de otros presos que van a la Cárcel Militar de Ramo Verde en Los Teques, estado Miranda y lo ven «y nos dicen los saludos que nos envía”. El anhelo es poder visitarlo y poder abrazarlo.

“Me gustaría llevarle comida cruda porque allí pueden cocinar. Por supuesto que me gustaría llevarle un arroz con pollo que tanto le gusta, un quesillo, torta;  una comida casera para que vuelva a probar la sazón casera de mi madre y la mía. Dios mediante vamos a conseguir los recursos para ir pronto a verlo”, expresó su hermana.

Un dolor que no alivia

Celia Perozo asegura sentirse “triste”, quebrada sentimentalmente por la ausencia forzada de su hermano. El sufrir de sus padres y las preguntas de sus hijos la destrozan.

Con voz afectada comentó: “Yo como hermana me siento muy triste, porque yo amo a mi hermano. Yo adoro a mi hermano, mis hijos aman a su tío. Es doloroso cuando mi hija de cuatro años me pregunta ‘¿Dónde está mi tío Víctor?’… y que yo le diga: ‘él está trabajando’, es muy doloroso. ‘Mamá ¿Cuándo viene mi tío Víctor?’… y yo decir: ‘pronto, él viene pronto”.

Sus hijos, padres, hermana y sobrinos lo extrañan cada día, pero más duras son las fechas especiales en las que piensan que sigue ausente y en un calabozo “siendo inocente”.

“Nosotros como familia estamos padeciendo esa triste noticia de que mi hermano está allí siendo totalmente inocente. Él tiene dos hijos que lo necesitan, nosotros lo necesitamos como familia. Es muy duro sabiendo que es inocente, que él no hizo nada y que está allí mientras se pasan fechas importantes familiares y que mi hermano esté allá y no aquí”.

Celia sueña con tener a su hermano en casa, con atenderlo y abrazarlo para decirle que lo ama y que «es el mejor hermano del mundo».

Un proceso legal en incertidumbre

Según dijo el padre de Víctor Perozo, Franklin Perozo, en una entrevista radial esta semana, el caso denominado Operación Gedeón se habría convertido en uno de los más mediáticos de los últimos tiempos para el régimen de Nicolás Maduro.

“Para el Gobierno el caso Gedeón se convirtió en un caso emblemático; y hablar hoy, a casi dos años, de la detención y la fulana invasión para el régimen es muy difícil, es alegar que se equivocaron. De que allí hubo un simple y vulgar montaje para crear en ese momento un estado de conmoción, una mentira”, dijo el padre del detenido durante la entrevista radial a RCR.

Diversas irregularidades como testigos inválidos denunció el señor Perozo en el caso de su hijo.

“Se ha demostrado en las diferentes investigaciones que los llamados testigos no son sino simplemente funcionarios del régimen, funcionarios policiales de la Dgcim que fueron los que participaron en la detención. Se cayó porque pretendieron pasarlos como testigos normales, cuando a final de cuentas se descubrió que todos eran funcionarios de la Dgcim. Por ende la ley establece que ese tipo de testigo no tiene asidero legal ni jurídico; porque la gente no puede pretender que se conviertan en jueces y verdugos o defensores y acusadores a la misma vez, ese es el drama”, detalló.

Por su parte su hermana contó a Cima360News, que “El año pasado hubo una serie de audiencias. Mi mamá lo veía cuando entraban al palacio donde las hacían y cuando salían. Hubo familiares que sí pudieron entrar a las audiencias y otros que no. Pero se escuchaban cosas de esperanza hacia los muchachos y resulta que después de tantas audiencias ninguna fue válida y retrocedieron otra vez a empezar desde el principio… Otra vez a los relatos, a ver qué fue lo que pasó”

Las audiencias se reactivaron este año pero los familiares y los detenidos recibieron un duro golpe a sus esperanzas en 2021. “Fue algo muy incómodo; un balde de agua fría porque lamentablemente estábamos esperanzados de que ellos iban a salir en diciembre del año pasado. Se reanudan las audiencias otras vez en febrero”.

El proceso continúa y los más de 50 detenidos por la Operación Gedeón siguen en los calabozos del régimen.