“El costo de vida en Venezuela está subiendo y seguirá haciéndolo, ya sea en bolívares o dólares”

El régimen de Nicolás Maduro se ha planteado la tarea de revivir el bolívar. Para ello se ha propuesto como meta salir de la hiperinflación, mejorar el gasto público, y aplicar el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que añade un 3 % adicional a las compras con divisas.

Si bien, un reciente estudio de la firma Ecoanalítica determinó que se ha reducido levemente el uso de monedas extranjeras en los puntos de venta tras la aplicación del gravamen, no significa que el venezolano esté desdolarizándose.

Cortesía: Cinco 8

Para el académico y economista, Giorgio Cunto, aunque el Ejecutivo tenga la intención de revertir la dolarización no va a ser tarea fácil.

“Esta es una economía que se seguirá manejando de forma bimonetaria. El bolívar no va a desaparecer, pero la presencia de divisas en operaciones cotidianas es innegable, por lo que la desdolarización es algo ingenuo. De hecho, seguirá así por mucho tiempo”.

Explicó que durante la pandemia alrededor de 60 % de transacciones comerciales fueron en divisas,

“pero ahora con la incorporación del IGTF se crea un mecanismo que deliberadamente está diseñado para incentivar el uso de bolívares. Incluso, cuando técnicamente su uso objetivo de recaudación depende de que la gente use divisas”.

Uso no trivial de los dólares

Cunto destaca que pese a que el uso de dólares puede haber bajado su adopción por parte de los venezolanos continúa siendo bastante alta.

“Eso se traduce en que las personas ahorran en dólares, piensan en dólares, por lo tanto es un elemento de coordinación de los agentes que ha servido para la estabilización económica de los últimos años”, añadió.

Plantea que no es un proceso libre de costos, especialmente cuando se ha tratado de una “dolarización muy desigual, muy caótica, espontánea, y que eventualmente pasará factura a la competitividad nacional”.

Para el especialista, la dolarización “como elemento de estabilización tiene un rol no trivial”.

“A fin de cuentas, cuando vemos la disponibilidad de divisas en efectivo sigue teniendo una presencia mucho más alta que la totalidad de bolívares en circulación basados en el tipo de cambio”.

¿Podemos remonetizar?

Destaca que el esfuerzo del Ejecutivo está en la intención de remonetizar el bolívar, “es decir, hacer más abundante los bolívares para que sea más fácil su empleo. Esto evidentemente es una espada de Damocles, o una amenaza permanente de peligro”.

Resalta que las monedas son reflejo de confianza en una economía

“y puedo apostar que si hacemos una encuesta rápida, nadie en su sano juicio está siquiera teniendo en mente ahorrar en moneda nacional”.

Aclara que la confianza en la moneda es un tema de expectativas, pero a su vez es lo que le da su fuerza vital.

“Las monedas no tienen valor solamente porque se decrete que lo tiene. La confianza siempre va a venir de la economía que la soporta”.

Generación de expectativas

El profesor universitario detalla que el bolívar seguirá siendo una moneda importante en las operaciones fiscales del Ejecutivo, pero a nivel de los agentes económicos es secundaria.

“Eso significa que se utiliza para aquellos pagos que son obligatorios por el sector público y para aquellas operaciones en las que usar divisas puede ser inconveniente o enfrenta fricciones”.

Más allá de la conveniencia, el economista dice que para el ideario del ciudadano sus transacciones son en dólares

“A fin de cuentas, en la generación de expectativas y orientaciones pensamos en dólares y ahorramos en dólares”.

Distorsiones cambiarias

Para Cunto prácticamente cualquier elemento de distorsión puede hacer que el tipo de cambio suba, “y si aunado a ello el Banco Central no tiene suficiente disposición de divisas la tasa subirá”.

“Recordemos que Venezuela sigue teniendo presión inflacionaria local muy alta. También está la diferencia entre la variación del tipo de cambio con la inflación, haciendo que los dólares en esta economía rindan menos”.

Insiste que los motivos de este fenómeno son diversos, tienen que ver con el hecho de que existen precios de equilibrio, que reflejan tanto costos como demanda de los consumidores.

“El costo de vida en Venezuela está subiendo y seguirá haciéndolo, ya sea en bolívares o dólares”.

Sistema multimoneda

A diferencia de Cunto, el magister en Moneda e Instituciones Financieras, Luis Crespo, insiste que más allá del dólar o el bolívar nuestro país se maneja actualmente sobre la base de un sistema multimoneda.

«Fundamentalmente por el colapso del sistema monetario venezolano y la pérdida de confianza sobre el bolívar considero que nuestra economía es multimoneda porque hay regiones donde el dólar marca con mucha fuerza, mientras que en otras el peso colombiano es el medio de cambio para bienes y servicios».

Cortesía

 

Señaló que hay una clara intención de encarecer el uso del dólar con un impuesto prácticamente masivo.

«Con la reforma de la ley de grandes transacciones donde prácticamente se pecha a todo el mundo. Es un impuesto que expone hasta a las familias de bajos recursos, sin capacidad contributiva real, a pagar un impuesto por el uso de otra moneda en el país».

Informalizar las operaciones

El investigador detalla que la creación de estos impuestos generan escenarios adversos que llevan a las personas a la evasión fiscal.

«Las personas buscarán no buscar registro fiscal sobre las operaciones llevando a la evasión (…) A su vez se tendrá un escenario muy difícil la búsqueda de bolívares».

Convivencia monetaria

Crespo manifiestó que si no hay credibilidad institucional y reglas caras era muy díficil revertir el proceso de dolarización.

«Las dolarizaciones aparecen en los países cuando se han hecho las cosas muy mal en materia monetaria, cambiaria y fiscal, cosa que ha ocurrido en Venezuela por años. Acá se monetizó el deficit fiscal, se financiera empresas públicas, se imprimió dinero inorgánico»

Aunque ahora no se hable abiertamente del tema dice que la indisciplina del Ejecutivo causó serios estragos en el país.

«El responsable de la hiperinflación fue el gobierno quien la negó y negaba que era un fenómeno monetario, y por lo tanto venía manteniendo ese comportamiento de indisciplina monetaria e inconstitucional».

Traumas económicos

Califica como un proceso lleno de traumas, a nivel del ciudadano, el volver a pensar únicamente en bolívares, tras ver los venezolanos pulverizadas sus finanzas durante el largo y tortuoso camino de la hiperinflación.

«No podemos negar que hay traumas a la hora de tomar la decisión de volver al uso del bolívar, porque aunque hayan desaparecido algunos factores en contra persiste el recelo contra la política económica. Esto genera dificultades para desdolarizar tanto en Venezuela como en cualquier economía».

Las personas desconfian de volver a realizar sus transacciones exclusivamente en bolívares (Cortesía)

Liquidez necesaria

Según Crespo, las economías que tienen un nivel optimo de billetes y monedas requieren un 13 % del total de la liquidez en billetes y monedas.

«Sin embargo, en el caso venezolano no existe suficientes piezas. Lo hemos estado padeciendo los últimos años y eso no se ha resuelto con las impresiones ni manteniendo viejas impresiones. Por ejemplo, hoy seguimos usando el billete de 1 millón cuando equivale a 1 bolívar».

Detalla que esos porcentajes varían entre las regiones y que aún es una dificultad que no tiene solución.

«Además, los problemas de distribución son asimétricos. No es lo mismo la cantidad que circula en Caracas a lo que puede estar ocurriendo en el estado Táchira, Zulia o en el oriente del país».

¿Es creíble desdolarizar?

Para eventualmente revertir un proceso como la dolarización se debe, en principio, retomar la credibilidad institucional teniendo reglas claras.

«Incorporar a los actores y sectores políticos económicos y sociales de la nación, y presentar un plan de reforma creíble, que permita generar incentivos, y a su vez generen condiciones favorables para los capitales extranjeros puede ser lo más cercano a hacer las cosas bien».