Decreto de insolvencia al que se acoge Monómeros en Colombia no es sinónimo de quiebra
La estatal venezolana Monómeros se acogió al decreto 560, el cual le permite llegar a un acuerdo de pagos con sus proveedores y acreedores, a fin de evitar caer en una situación de impago que pudiera llevar al desmantelamiento de la empresa.
Diversos analistas como la firma Argus han llamado la medida como una declaratoria de bancarrota o «bankruptcy» como sería el término llevado al inglés; pero para la legislación colombiana esta acción se maneja como un «acuerdo entre las partes o plan de salvamento» para evitar algún litigio de fuerza mayor.
“Evidentemente, el trámite de insolvencia puede salvar a muchas empresas que hayan caído en dificultades con ocasión del COVID-19, de la misma manera en la cual, en el pasado, salvó a muchas con problemas derivados de causas distintas”, explica el doctor Álvaro Mendoza, profesor experto en el tema de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de La Sabana en Colombia.
Detalla que la acción legal procura evitar la persecución de los acreedores y las medidas cautelares sobre sus activos, que terminen agravando la situación de la entidad deudora.
“Salvar a las empresas productivas, que son fuente de riqueza para el país y generadoras de empleo, es un imperativo económico”, detalla.
Aplicabilidad del decreto
“El nuevo decreto pretende aligerar los pasos previstos en la Ley, simplificar el acceso al trámite de insolvencia y crear un sistema abreviado de arreglo entre acreedores y deudores, a través de las cámaras de comercio del país, evitando la congestión en la Superintendencia de Sociedades, temida por la situación actual de muchas actividades económicas”, resalta el doctor Mendoza.
Añade que como primera acción procura reestructurarse el endeudamiento y ajustar el plan de negocios a las nuevas circunstancias.
Además, concede algunas esperas, rebajas de intereses, fórmulas subsidiarias del pago, liquidación de activos no operativos; con el fin de arreglar las causas que llevaron al proceso de insolvencia.
Se insiste que esta, sin embargo, no es una ley de quiebra; por el contrario, es un marco legal que otorga al deudor herramientas para su recuperación.
El fin último es garantizar la conservación de la empresa como unidad de explotación económica, de generación de empleo y célula de prosperidad para el Estado.
¿Quiebra o bancarrota?
La «quiebra», también utilizada erróneamente en latinoamérica como «bancarrota», es una situación legal donde una empresa, institución o persona natural, no puede cumplir con sus obligaciones de pago porque estas son superiores a los recursos monetarios disponibles.
Cuando un deudor se encuentra ante este escenario, se denomina «cesación de pagos», lo que da lugar a adelantar un proceso de restructuración ante la Superintendencia de Sociedades para que el deudor pueda atender, con su patrimonio, las obligaciones de pago pendientes, reseñó la firma Alviar González Tolosa Abogados, con sede en Bogotá.
En Colombia, una empresa puede amparase bajo la «Ley de Insolvencia», para la recuperación y protección de las unidades productivas a través de generación de valor que ahora posee otras facultades bajo el decreto 560.
Aplicación del embargo
Por otro lado, la palabra «embargo» significa retener o suspender el derecho absoluto de cualquier bien económicamente realizable.
Consiste en una medida preventiva para excluir los bienes del deudor del comercio para que este pueda insolventarse.
Cuando un deudor no cumple con sus pagos, puede ser embargado por sus acreedores y estos, al no recibir su pago.
La Ley de Insolvencia en Colombia le brinda protección al deudor evitando que ocurra el procedimiento antes descrito.
«Monómeros tiene un problema de liquidez muy serio»
El dirigente de Voluntad Popular, Yon Goicoechea, compareció ante la comisión de Contraloría de la Comisión Delegada Legislativa este 24 de septiembre, para despejar dudas sobre la “protección” de la empresa Monómeros.
Goicoechea se presentó en calidad de “coordinador del proceso de rendición de cuentas del Gobierno interino”.
Ante la pregunta de si Monómeros está en quiebra, el vocero fue tajante al afirmar que solo tiene problemas de liquidez.
“Monómeros no está en quiebra, tiene un problema de liquidez muy serio, que debe ser atendido de inmediato”.
Explicó que pese a que la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (OFAC) emitió una licencia que exime a la empresa de sanciones en 2019, de igual forma existen restricciones importantes como la imposibilidad de que Monómeros transfiera fondos a sus accionistas impactando sus operaciones de compra y venta de divisas, así como el pago de la materia prima que necesita.
Futuro incierto
Señaló que los proveedores e inversionistas tienen dudas sobre el futuro de Monómeros porque la licencia está vigente hasta el 30 de junio de 2022, lo que eleva los riesgos de ser sancionados si contraen cualquier relación con la empresa después de esa fecha.
“Como la licencia se ha otorgado hasta el 2022 hay dudas en el mercado sobre esto, no es lo mismo prestarle dinero a una empresa libre de sanciones que a una de la que no se sabe qué va a pasar después de 2022”, indicó.
A propósito de ello, el economista, Francisco Rodríguez, dejó ver una serie de cuestionamientos sobre el accionar del gobierno interino y su opacidad comunicacional sobre el tema.
“¿Si la empresa Monómeros se encontraba en situación de insolvencia, al asumir su conducción el gobierno interino en 2019, ¿por qué no se le explicó esto a la nación y se adoptaron los correctivos necesarios en su momento?”.
Rodríguez detalló que los datos de la rendición de cuentas 2020 no coinciden con la situación actual de la estatal.
“¿Por qué se le dijo al país, en la rendición de cuentas a la Asamblea Nacional, en 2020, que Monómeros es una empresa rentable, ha sido recuperada en un 99% , demuestra una forma distinta de gerenciar los activos y constituirá un ejemplo de cómo vamos a recuperar al país?.