Conflicto en Afganistán: una advertencia para Israel

Afganistán cayó en manos del grupo terrorista islamista, y a su vez con rapidez sucedió la activación de alarmas en el mundo entero; videos y fotos evidenciando a un pueblo tratando de huir de lo que sería la repetición del control del terrorismo en Israel.

Las relaciones afgano-israelíes son hoy oficialmente inexistentes, ya que no hay intercambios diplomáticos entre los dos estados, sin embargo lo ocurrido en Afganistán preocupa al pueblo de Israel.

¿Qué pasó en Afganistán?

Cuando EE.UU. comenzó a retirar sus tropas de Afganistán después de casi 20 años de guerra, los talibanes se apoderaron de Kabul, la capital del país; derrocando el gobierno y haciendo que miles de personas emprendan una carrera desesperada para escapar del país.

La campaña militar de los talibanes, que ha durado todo el verano, ha forzado la rendición de las fuerzas gubernamentales afganas y el inicio de una retirada general. Las tropas gubernamentales abandonaron decenas de puestos de avanzada y bases, a menudo abandonando armas y equipos.

 

Un puesto de control de los talibanes en Kabul. (Reuters)

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que todas las tropas estadounidenses abandonarían el país antes del 11 de septiembre y declaró que su país había cumplido hace tiempo su misión de negar a los terroristas un refugio seguro en Afganistán.

Biden reconoció que tras casi 20 años de guerra la más larga de Estados Unidos en el extranjero estaba claro que el ejército estadounidense no podía transformar Afganistán en una democracia moderna y estable.

Al responder en julio a los críticos de la retirada, el presidente dijo:

“Permítanme preguntar a los que querían que nos quedáramos: ¿Cuántos más? ¿Cuántos miles más de hijas e hijos de Estados Unidos están dispuestos a arriesgar?”.

El Departamento de Estado dijo que todo el personal de la embajada había sido evacuado al aeropuerto. Pero las fuerzas estadounidenses protegían el aeropuerto de Kabul, mientras el pánico y el terror se apoderaban de la ciudad controlada por los talibanes.

Los residentes comenzaron a tapar, con pintura, los anuncios y carteles de mujeres en salones de belleza. Los combatientes talibanes detuvieron a algunos agentes de policía. En Kunduz, que cayó el 8 de agosto, los talibanes establecieron puestos de control y fueron de puerta en puerta en busca de funcionarios públicos, amenazando con castigar a los que no iban a trabajar.

Y en todo el país, los funcionarios afganos fueron filmados entregando el poder a los líderes talibanes. El expresidente Hamid Karzai dijo que había formado un consejo con otros líderes políticos para coordinar una transición pacífica hacia un nuevo gobierno talibán.

Puede que el presidente estadounidense Joe Biden esté soportando las críticas más duras por una retirada ejecutada de forma desastrosa. Pero hay mucha culpa que repartir. Y se remonta a la nefasta decisión original de «construir una nación» en un país que se ha resistido a la interferencia exterior durante miles de años.

En Líbano, que se ha convertido a todos los efectos en un Estado fallido, la debacle de Afganistán se sumará a la pesadumbre.

¿Cómo afecta Afganistán a Israel?

Israel estará calculando las implicaciones del revés sufrido por su principal aliado. El aumento de la inestabilidad en Medio Oriente no parece beneficiar a la nación israelí.

Este cambio geopolítico masivo afecta directamente a Israel. No es necesario que la mayoría de los palestinos apoyen la ley de Hamas o la Sharia. Todo lo que se necesita es un grupo fundamentalista fanático con una determinación ilimitada, independientemente del apoyo público o la falta de él.
Con los talibanes derrotando a la Unión Soviética y ahora a Estados Unidos, la conclusión implícita es que sin el control de seguridad de Israel, Ramallah, la sede del poder de la Autoridad Palestina en Cisjordania, caerá ante Hamás mucho más rápido que Kabul, según el periodista israelí, Ben-Dror Yemini.
Esto no significa que Israel ahora necesite tomar medidas extremas como anexar Cisjordania o aumentar su presencia de colonos; ambas decisiones que resultarían fatales, pero los organismos de seguridad del país deben empezar a pensar fuera de la caja.
Todas las naciones de Occidente sufrieron una ceguera estratégica completa ante los peligros de los talibanes e Israel, explica Yemini.

Israel y los países árabes aliados de Washington

Observan con preocupación que el poder de disuasión militar derivado de esa asociación estratégica puede difuminarse tras la súbita caída del Gobierno de Kabul al hilo del repliegue estadounidense. Expertos y analistas de seguridad temen que el retorno de los talibanes al poder acabe dando alas a grupos radicales islámicos como en el caso de Hezbolá, en Líbano, en vías de convertirse en Estado fallido, y a un resurgimiento del yihadismo.

Lea también: El plan de vacunación en Venezuela se hace «de manera desordenada y politizada»

“La principal lección que deben aprender ahora es que tienen que concentrarse en contar con capacidad propia de defensa contra amenazas como la de Irán”; subraya este investigador del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalén.
Israel mantiene la estricta coordinación de seguridad con Estados Unidos, que financia su rearme con 3.800 millones de dólares al año para que disponga de ventaja militar en Oriente Próximo.
Pero tras la renuncia de Estados Unidos a permanecer en Afganistán, el Estado judío sigue reservándose más que antes, si cabe el derecho a lanzar una operación militar contra Irán para torpedear su programa atómico y hacer abortar las negociaciones, explica el portal El País.