Bonos en default valorados en 24 centavos por dólar fueron parte de la negociación de Venezuela en refinería de Dominicana

La administración de Nicolás Maduro canjeó su participación en una refinería en República Dominicana para saldar deuda valoró sus bonos de Petróleos de Venezuela (PDVSA), en default, en alrededor de 24 centavos por dólar, reseñó Reuters.

Patsa Ltd., un vehículo de inversión propiedad de una prominente familia dominicana, tenía $ 360,9 millones en bonos emitidos originalmente por el gobierno venezolano, dijo el Ministerio de Finanzas de República Dominicana.

Esos bonos estaban valorados en 74 millones de euros (unos 86,5 millones de dólares) cuando se cerró el trato la semana pasada, según el comunicado.

De las manos privadas a las gubernamentales

La familia Rizek, que controla Patsa, transfirió los bonos a Venezuela a cambio de la participación del 49% del país en Refidomsa, una refinería ubicada en las afueras de la capital dominicana, Santo Domingo.

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Luego, el gobierno dominicano compró esa participación en un acuerdo que valoraba los bonos en alrededor de 24 centavos por dólar.

Si bien el gobierno dominicano no formó parte de la negociación, el acuerdo se concibió para que la participación en la refinería fuera transferida inmediatamente de los Rizek al gobierno el 19 de agosto, dijo el ministro de Finanzas dominicano, José Manuel «Jochi» Vicente, en el comunicado.

Remate de activos del país

Luis Stefanelli, vicepresidente de la Comisión Permanente de Política Exterior del Parlamento legítimo, explicó que esas acciones fueron compradas hace 10 años por 130 millones de dólares y se negociaron por 88 millones de dólares.

“Lo más grave aún es que no sabemos cómo se ha dado la operación con los bonos que entregan los que están negociando con Venezuela. Se desconoce si Venezuela está recibiendo los bonos al valor facial o al valor de mercado. Si es a valor facial sería la estafa del siglo, estarían pagando a un valor del 15 %, más los 42 millones de dólares que se pierden de la resta directa de los 130 millones de dólares que se pagaron hace 10 años y los 88 millones de dólares que hoy se reciben”, detalló.

El diputado sostuvo que esta transacción se hizo bajo la opacidad a la cual el régimen tiene acostumbrado a los venezolanos.

“No ha habido un proceso transparente. Esta Asamblea Nacional, en acuerdo de Cámara, declara írrita e inexistente esa operación y tendrán que acarrear con las consecuencias quienes han estado detrás de la operación de esa calaña”, apuntó.

Stefanelli alertó asimismo que la tendencia es a pagar “nada”, si resulta cierto lo que presumen.

“Hay una pérdida neta de 42 millones de dólares y una posible pérdida de más de 100 millones de dólares, pero además hay una cosa más grave, hay una pérdida importante del mercado de colocación de petróleo en el Caribe y la influencia que PDVSA ha mantenido en todo ese mercado. Este quizá era el último bastión que tenía PDVSA en el mercado caribeño”, afirmó