Barómetro del comercio de mercancías experimenta una marcada desaceleración

El comercio mundial de mercancías se está ralentizando, como resultado de perturbaciones experimentadas en la producción, pandemia, fallas del suministro en los sectores de importancia crítica, según el último Barómetro sobre el Comercio de Mercancías de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

El Barómetro del comercio de mercancías es un indicador adelantado que proporciona información en tiempo real sobre la trayectoria del comercio de mercancías en relación con las tendencias recientes, por delante de las estadísticas convencionales sobre el volumen del comercio.

Estancamiento

La OMC informó que los recientes choques de oferta, incluido el estancamiento de los puertos debido al aumento de la demanda de importaciones en la primera mitad del año y la interrupción de la producción de bienes comercializados ampliamente, como automóviles y semiconductores, han contribuido al descenso del barómetro.

Indicaron que la demanda de bienes comercializados también está disminuyendo, como lo ilustra la caída de los pedidos de exportación.

Caída libre

Los índices que componen el barómetro disminuyeron en el último período, lo que refleja una amplia pérdida de impulso en el comercio mundial de bienes.

La caída más pronunciada se observó en el índice de productos automotrices (85,9), debido a que la escasez de semiconductores obstaculizó la producción de vehículos en todo el mundo.

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Esta escasez también se reflejó en el índice de componentes electrónicos (99,6), que pasó de arriba de tendencia a en tendencia.

En lo concerniente al transporte de contenedores (100,3) y materias primas (100,0) también volvieron a acercarse a sus tendencias recientes.

Sólo el índice de carga aérea (106,1) se mantuvo firmemente por encima de la tendencia, ya que los cargadores buscaron sustitutos del transporte marítimo.

Previsión

Las perspectivas para el comercio mundial siguen viéndose ensombrecidas por considerables riesgos a la baja, incluidas las disparidades regionales, la continua debilidad del comercio de servicios y el retraso de las tasas de vacunación, especialmente en los países pobres.