Baja en los precios y repunte en las ventas reactiva el mercado de vehículos usados en EE.UU. y Europa

La pandemia del COVID-19 ha cambiado las dinámicas de comercialización y ventas en muchos segmentos, incluyendo el de los vehículos usados.

La falta de insumos como neumáticos y chips operativos por falta de trabajadores, son algunos de los pilares fundamentales de esta problemática que ha elevado los precios de los autos nuevos y usados desde Marzo del 2021.

Sin embargo, por primera vez en el segundo semestre del año se ha podido evidenciar un descenso en los precios de los vehículos en los EE.UU, detalló el portal Simpre Auto.

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El nivel de inestabilidad en la producción de autos nuevos causó un aumento importantísimo en los costos de los autos usados en los EE.UU. y es que hace ya muchos años no se veía una evidencia tan latente  y dinámica de la oferta y demanda, además se debe destacar que aunque los precios han disminuido todavía se encuentran mucho más elevados que en septiembre del 2019 (en la época pre-pandémica).

Realidad en Europa

El mercado de vehículos de segunda mano anda más estresado que nunca. Es otro efecto colateral del déficit de microchips: las fábricas no producen tanto como podrían, los concesionarios son incapaces de dar respuesta a los clientes y estos acaban buscando refugio en los coches de ocasión, reseñó El País.

En agosto se vendieron un total de 143.971 coches usados, tres veces más que nuevos, mientras que en lo que va de año la relación es de dos a uno.

Las ventas han experimentado un crecimiento del 21% respecto al año pasado, si bien siguen un 5% por debajo de los datos anteriores a la pandemia, de 2019.

Más vehículos de segunda mano

En los primeros ocho meses del año se hayan comercializado 1,26 millones de vehículos de segunda mano.

Las cifras están por debajo de antes de la crisis sanitaria, pero la caída del 5% es muy inferior a la que sufren las matriculaciones de vehículos nuevos.

Hasta agosto se han vendido 588.314 unidades de turismos y todoterrenos nuevos, lo que supone un 33% menos que en 2019.

Los vendedores empezaron a notar un aumento de la presión sobre las ventas de coches usados en marzo y abril, pero en los últimos meses se ha consolidado esa demanda y los problemas para abastecer al mercado.

Incluso los fabricantes, que tienen sus propias marcas para vender los coches que comercializan con contratos temporales, han intensificado su apuesta por ese tipo de negocio ampliando las ofertas de financiación e introduciendo en sus catálogos vehículos eléctricos e híbridos, pese a que el diésel continúa siendo la motorización con mayor éxito de ventas.