Crisis social por el COVID llevó a la pobreza extrema en Latinoamérica a 86 millones de personas
La pobreza extrema en Latinoamérica volvió a crecer en 2021 al alcanzar 86 millones de personas, número que representa 5 millones más que en 2020, reveló la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
El organismo dependiente de la Organización de Naciones Unidas (ONU)
estimó que la tasa de pobreza extrema aumentó de 13,1 % a 13,8 % el año pasado, mientras que el índice de pobreza general disminuyó de 33% a 32,1% y afectó a 201 millones de latinoamericanos.
«Pese a la recuperación económica experimentada en 2021, los niveles de pobreza y pobreza extrema se han mantenido por encima de los registrados en 2019, lo que refleja la continuación de la crisis social», apuntó el informe titulado Panorama Social de América Latina, presentado por la Cepal, con sede en Santiago de Chile, según reseñó DW.
De acuerdo al organismo, la tasa de incremento de la pobreza extrema representa «un retroceso de 27 años» en el avance de los indicadores.
El incremento de la pobreza en 2021
afectará sobre todo a Brasil y Costa Rica por los recortes de las ayudas estatales. Del otro lado, Chile y República Dominicana mantendrían sus niveles, apoyados en la continuidad de las transferencias fiscales.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, llamó a mantener las transferencias monetarias de emergencia en 2022 o hasta que la crisis sanitaria esté controlada, ya que fueron claves en gran parte de los países para mantener a raya los niveles de pobreza.
«La recuperación económica de 2021 no ha sido suficiente para mitigar los profundos efectos sociales y laborales de la pandemia, estrechamente vinculados a la desigualdad de ingreso y género, a la pobreza, a la informalidad y a la vulnerabilidad en que vive la población», agregó Bárcena.
Recuperación muy lenta del empleo
En 2021, con el fin de mitigar los efectos de la pandemia en el mercado laboral, los gobiernos implementaron una serie de medidas de apoyo a trabajadores que, junto al avance de los procesos de vacunación, permitieron una “lenta recuperación” y un alza del PIB del 6,2%, según cifras de la institución.
“Sin embargo, los niveles de empleo todavía no llegan a los previos a la crisis, especialmente entre las mujeres”, lamentó.
La tasa de desocupación femenina el año pasado se mantuvo en un 11,8 %, frente al 8,1 % de la tasa masculina. En 2020, las cifras fueron de 12,1 % y el 9,1 %, respectivamente.
“También aumentó la proporción de mujeres que no recibe ingresos propios y se mantuvieron las brechas de pobreza en áreas rurales, pueblos indígenas y la niñez”, señaló Bárcena, según Los Ángeles Times.
https://twitter.com/cepal_onu/status/1486704694621790213?s=20&t=T1BNDWyaVhzhGRRTUSwHpA
Más desigualdad
El documento sostiene que la desigualdad aumentó entre 2019 y 2020, quebrando una tendencia decreciente que venía observándose desde 2002 y que en la década de 2010 había ido perdiendo ritmo en forma progresiva.
El Coeficiente de Gini,
utilizado internacionalmente para medir la distribución del ingreso, creció en 0,7 puntos porcentuales para el promedio regional debido a las repercusiones de la pandemia, señaló el informe.
Las mayores alzas de la desigualdad tuvieron lugar en Perú, Chile, El Salvador, Bolivia y Colombia. Por su parte, República Dominicana, Brasil, Paraguay, México y Costa Rica mejoraron en la distribución de la riqueza.