Así se vive y se cuenta desde Rusia la invasión de Putin a Ucrania
El sistema mediático ruso ha propagado justificaciones de todo tipo para avalar el avance de la invasión contra Ucrania, al punto de ser aceptada por buena parte de la población rusa, creando un discurso de apoyo en torno al conflicto.
Al tiempo que se restringían los mensajes críticos contra el gobierno, con el cierre de medios alternativos y plataformas sociales, los medios estatales han replicado la propaganda de Putin, según detalla El País.
De igual forma, la realidad económica del ciudadano ruso se ha trastocado, al punto de que el impacto de las sanciones contra su país está causando serios estragos en su calidad de vida.
La inflación rusa se mantuvo elevada en la última semana de marzo,
con un aumento de los precios de los alimentos y los productos domésticos, como el jabón y el papel higiénico, incluso cuando la demanda de los consumidores se vio afectada, reporta Bloomberg.
Los precios al consumo subieron en general un 0,99% en los siete días que terminaron el 1 de abril; un poco menos que el 1,16% de la semana anterior, dijo el miércoles el Servicio Federal de Estadísticas.
Los precios del azúcar subieron un 5,1% de media en la semana, mientras que los de la cebolla se alzaron un 8%.
Las cuentas de Rusia
De acuerdo con Alexey Kudrin, presidente del Tribunal de Cuentas de Rusia, la economía de su país sufrirá una caída del 10 % y una inflación del 20 %.
Asimismo, la agencia oficial TASS reveló que país requiere al menos dos años para adaptarse debido a las sanciones.
Sin embargo, el Banco Mundial aseguró que el retroceso de la economía rusa será de 11,2 % este año.
Escasean medicinas
El gobierno de Putin busca medicamentos para tratar el cáncer, el asma, la artritis reumatoides, la diabetes o el VIH, pero también facilitar a los ciudadanos analgésicos, antidepresivos y antisicóticos, insulina o anticonceptivos orales, según el portal La información.
Diazepam, Nurofen infantil, Ibuprofeno, Paracetamol, CoAprovel -para la presión arterial- o Fareston -antitumoral- han desaparecido de los estantes de las farmacia, los médicos ya no tienen acceso a ellos y de los dos últimos ni siquiera hay sustitutos.
Mercados y supermercados desabastecidos
También los mercados y supermercados han dejado de recibir algunos productos, desde azúcar, a pañales, compresas, productos de limpieza o trigo sarraceno.
De igual forma, han dejado de llegar algunos productos que Rusia no es capaz de producir, como el aceite de oliva, procedente de Italia, España y Grecia; café, alimentos elaborados y frutas.
La justificación
Desde el Kremlim insisten en que faltarán productos no básicos, y aseguran que los precios ya se han disparado por la especulación.
Dicen que tratarán de frenar el desabastecimiento con la prohibición de exportar azúcar blanco y sin refinar, de trigo, centeno, cebada y maíz a los países ‘amigos’ de la Federación Rusa.
Corralito financiero
El subdirector del Banco Central ruso (NBU), Sergei Nikolaichuk, en una entrevista con el ‘Economic Truth’, explicó que se mantendrá fijado un tipo de cambio de 29,25 grivnas por dólar (0,94 euros).
«Después de nuestra victoria, volveremos gradualmente al régimen habitual de un tipo de cambio libre y levantaremos gradualmente las restricciones».
Nikolaichuk, que también dijo que hay un límite de retirada de efectivo de 100.000 grivnas por día (poco más de 3.000 euros al día).
Más caro y más restricciones
La retirada del mercado ruso de las empresas extranjeras, ha aumentado entre un 20% y 30% el precio de electrodomésticos, electrónica y automóviles.
Por su parte, las ventas minoristas probablemente cayeron alrededor de un 10% en marzo, según Goldman Sachs (GS), mientras que el sector automotor, que depende en gran medida de las importaciones, se desplomó más del 60%.
Por su parte, los más de 12 millones de extranjeros que hay en Rusia no pueden sacar de los cajeros sus divisas y se ven obligados a solicitar rublos, en un contexto insostenible que ha obligado algunos a marcharse.
El desempleo este año se duplicará con creces comparado con el primer trimestre
y superará el 9% por primera vez en más de una década, según una encuesta de analistas de Bloomberg en marzo.
El Centro de Investigación Estratégica de Moscú estima que alrededor de 2 millones de empleos pueden estar en riesgo este año a medida que el mercado laboral se adapta antes de una posible recuperación en 2023.
Rusia tenía poco más de 3 millones de desempleados a finales de febrero, cerca de un mínimo histórico.
Así presiona Moscú
Bajo la presión de las autoridades, las empresas pueden optar por recortes salariales, trabajo a tiempo parcial o vacaciones no pagadas en lugar de despidos.
Muchas empresas extranjeras que anunciaron planes para abandonar Rusia continúan pagando salarios por ahora.
Empleo temporal y subempleo
“El subempleo es la varita mágica del mercado laboral ruso”, dijo Natalya Zubarevich, especialista en economía de las regiones rusas de la Universidad Estatal de Moscú.
El gobierno ha destinado $39.000 millones de rublos (US$466 millones) para prestaciones, empleo temporal y obras públicas.
Por ahora, los principales fabricantes están inactivos, y el fabricante de automóviles AvtoVaz (AVAZ) anunció planes para reconstruir los inventarios de partes para autos.
Irina, trabajó en la cocina de un McDonald’s (MCD) en San Petersburgo, antes de ser despedida el mes pasado, cuando la compañía anunció que cerraría temporalmente las 850 ubicaciones en Rusia luego de la invasión.
“Ha pasado casi un mes y ya no hay ninguna esperanza de que volvamos a McDonald’s”, dijo la joven de 21 años, que pidió ser identificada solo por su nombre para hablar abiertamente sobre su situación.
Ella tomó un trabajo secundario en un café local y recibe dos salarios por el momento.
Perdida de garantías contractuales
El aeropuerto Sheremétievo de Moscú, el más grande del país, paga a una quinta parte de sus empleados dos tercios de su salario para quedarse en casa.
El Ministerio del Trabajo estima que casi 100.000 trabajadores fueron despedidos a fines de marzo y solo 14.000 personas han tenido que tomar vacaciones sin goce de sueldo.
Los empleadores hasta ahora planean despedir a alrededor de 50,000, dijo.
Los que se han ido en cifras
El periodista independiente, Nacho Montes de Oca, elaboró un hilo que deja en evidencia el serio impacto de la salida de empresas trasnacionales del país.
- La cadena Mc Donalds, que al cerrar sus 847 locales dejó 62.000 personas en la calle.
- Cocal Cola también suspendió sus actividades en las 10 plantas que tiene en Rusia en donde emplea a 7.000 trabajadores.
- La tabacalera Japan Tobacco, la tercera más grande del mundo, cerró su planta de 4.000 empleados y se fue a fabricar Camel a sitios menos complicados.
- Las consultoras KPMG que despidió a 4.500 empleados y PWC que dejó en la calle a 4.500.
- La cadena Zara (Inditex es su nombre legal) cerró 502 locales que empleaban a 9.000 trabajadores.
