31 personas y una canina son las víctimas mortales de la explosión en el Hotel Saratoga
Los trabajos de rescate para hallar a las víctimas atrapadas entre los escombros del Hotel Saratoga en La Habana; que sacudió una fuerte explosión el viernes, no se detuvieron durante todo el domingo, elevando las pérdidas a humanas a 31.
Entre los muertos hay cuatro menores de edad y una mujer embarazada. Según medios locales un niño tenía 10 años, dos 15 y el otro 17; asimismo, entre las víctimas se encuentra una perra.
El domingo hallaron un cuerpo entre los escombros; correspondía una mujer identificada como Odalis Barrera González, de 57 años.
«No terminaremos de trabajar hasta que no aparezca el último trabajador que esa familia espera en casa». Declaró a Efe desde las inmediaciones del Saratoga el intendente del municipio La Habana Vieja, Alexis Acosta.
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El Ministerio de Salud Pública reveló las identidades de los 31 fallecidos en un comunicado en el que incluyó sus nombres, edades y lugar de residencia.
En el comunicado; detallaron que permanecen 24 personas hospitalizadas, incluidos 5 menores de edad. Tres niños y cuatro adultos se reportan en estado crítico.
Buscan a 14 desaparecidos
El Comité Provincial de La Habana del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal); citado por el medio oficial Cubadebate, se refirió en su encuentro de este domingo que se busca a 14 personas.
El avance de las tareas de rescate es extremadamente complejo, explicaron los técnicos, que quieren acceder al doble sótano del Saratoga. Donde creen que se concentran los trabajadores atrapados.
Acosta subrayó que las labores de rescate se enfocan «intensamente» en «llegar al sótano, donde estaba la parte de servicio»; porque ahí creen que «deben de estar los trabajadores que estaban ese día y aún no han aparecido»; así como «los vecinos del edificio del lado, que sufrió también» daños.
Posibles víctimas en el sótano y los riesgos
En las dos plantas subterráneas había un almacén, una zona de oficinas y varias tiendas.
Pero el derrumbe de la planta baja y el primer piso dificultan las tareas y la maquinaria pesada tiene muchas dificultades para operar. Existe riesgo de que un golpe en la estructura, ya inestable, provoque nuevos desplomes.
La prioridad, sin embargo, está clara, subrayó Acosta: «Rescatar al menos los cuerpos y poder entregárselos a las familias que están muy preocupadas».