Venezolanos en el exterior a la deriva: Embajadas y consulados no responden necesidades de migrantes

Según el internacionalista Pedro Urruchurtu la situación de la diplomacia de Venezuela y el servicio exterior venezolano es muy complicado.

Y lo es desde que llegó Chávez y su propósito de desinstitucionalizar al país, a través del cual hizo que todas las organizaciones e instituciones del Estado fueran parte de la obediencia exclusiva a su voluntad.

«Desde el 2001 la Ley de Servicios Exteriores era una ley bastante buena en comparación con lo que se iba a ver luego, y muy cercana  a lo que de algún modo digamos mejora aspectos de la ley preexistente, pero sobre todo se adaptaba y modernizaba un poco a la cancillería venezolana y la representación venezolana en el exterior en aquel momento».

2005 Ley Habilitante

Se vino a menos en el 2005 con la ley habilitante, y trajo como consecuencia un servicio exterior mucho más controlado centralizado y desprofesionalizado.

Esto produjo que en su momento se jubilara al 96% de los diplomáticos de carrera y hasta el 2005 se hiciera el último concurso de ingreso al servicio de la cancillería; desde ese momento no hay concurso de oposición para entrar y por lo tanto tampoco hay curso de formación de diplomático, explica Urruchurtu.

Malas decisiones

Se perdió la dimensión profesional de la cancillería al jubilar a los profesionales de carreras y al no permitir el ingreso de nuevos, trayendo como consecuencia una cacería absolutamente política con un criterio técnico poco afinado y lo que también es cierto con algunos profesionales del mundo de la política exterior y la política internacional sin preparación.

«Realmente, la selección para esos cargos hizo que se convirtiera en un gran centro de operación política ideológica, que se unió por supuesto a la conocida Petrochequera, que era la que permitía a  Hugo Chávez fomentar la creación de todas sus relaciones internacionales Celac, Petrocaribe y Alba, entre otras».

Todo esto como parte de un proceso de una supuesta expansión y dominación, fundamentalmente en América Latina en su momento y buena parte del mundo, lo que trajo como consecuencia embajadas absolutamente serviles, lo que igualmente afecta la dimensión consular que es la instancia que directamente atiende asuntos de los venezolanos en el exterior, pulsa el internacionalista.

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Situación de venezolanos en el extranjero

Para Pedro Urruchurtu, la decisión de no otorgar o garantizar la emisión de documentos de identidad dejando a los venezolanos en un limbo y haciendo por supuesto mucho más difícil la posibilidad obtener sus documentos y de obtener permisos de trabajo,  trae como consecuencia que el venezolano tarde mucho más o que la corrupción lo obligue a pagar por un trámite que al final debería  ser no sólo un derecho, sino que debería ser expedito y que le permita tener digamos identidad garantizada.

«Eso ocurre con los pasaportes, con las prórrogas y pues eso ha hecho que haya muchísimos retrasos y prácticamente abandono,  que es una decisión política no hay ineficiencia, sino que es precisamente lo que busca el régimen dejar que esta gente que decidió irse afuera tenga que ver cómo arreglárselas».

Mucha de esa migración en Venezuela ya cumplió la primera parte

Poco a poco los procedimientos y ciertos lapsos de personas en el exterior ya hoy cuentan con residencia en los países donde se han ido muchos, incluso han adquirido la doble nacionalidad, y eso a algunos les ha permitido tener ciertas facilidades para movilizarse  y trabajar.

Según explica el internacionalista, hay países que han abierto procesos de regulación y también les han permitido tener documentos para trabajar, «pero esto es una decisión política y eso va en principio porque obviamente se busca de ese modo controlar el flujo de venezolanos que pueden decidir en un proceso electoral y que además es uno de los más grandes retos cuando se recupere la democracia,  poder incluir a todos los venezolanos, que ya son muchos,  al no poder inscribirse en los consulados en Venezuela».

¿El régimen mantiene las embajadas?

El régimen ha mandado a cerrar embajadas, muchos de sus funcionarios no cobran sueldo, lo que los hace más vulnerables a la corrupción o dedicarse  a otras actividades y no a la exclusiva de su labor diplomática consular.

«Todo es parte de un proceso que ha buscado desde el primer día  ir socavando las bases institucionales y prácticamente fomentar una cancillería absolutamente obediente, y a nivel consular que esté en contra de los venezolanos y no atender sus demandas de identidad».

Gobierno Interino

El Gobierno interino fue reconocido por 60 países y al obtener ese reconocimiento pudo haber tenido relaciones y representaciones diplomáticas en varios países.

Son muy pocos los países que han podido recibir cartas credenciales a los funcionarios de Guaidó, en algunos se les ha reconocido pues con un algún tipo de estatus de enviado diplomático, ese estatus propiamente es diplomático y asignado para evitar confrontaciones.

Para Guaidó es una traba y ha tenido consecuencias desde el punto de vista de buscar soluciones para que los venezolanos puedan tener algún tipo de documento; salvo aquellos países que hoy aceptan pasaportes vencidos.

También se han suscrito convenios, en parte por las gestiones de Guaidó en su cuerpo diplomático;  sin embargo,  lo que han logrado en ese sentido no es mucho. «La mayoría de los venezolanos  tienen problemas importantes a nivel migratorio con su documentación y quizás la gran falla del interinato fue no haber logrado más allá del rol político; y haberse interesado en mayor reconocimiento a la documentación de venezolanos y una mejor facilidad de entrada», precisó Urruchurtu

Las ONG han sido una ayuda importante para los migrantes venezolanos, bajo un margen y como terceros para aliviar su situación; pero no pueden solucionar por supuesto todo el tema migratorio de Venezuela.