Venezolanos apuestan por la tecnología Lite Fintech para el envío de remesas al país buscando seguridad financiera

“Yo no le vi salida a la situación de Venezuela pese a la llegada de la dolarización. Fue por ello que me convertí en una migrante más. Ahora vivo en los Estados Unidos esperando por una respuesta ante mi solicitud de asilo. Mi madre es pensionada y mi hermana menor está en el liceo y yo soy la única persona que tienen para su sustento. Sé que las cosas allá no son sencillas pero ser migrante tampoco lo es”, relata Alexandra Martínez, venezolana con 3 años en EE.UU. quien es contable de profesión, pero trabaja como mesera y housekeeper (personal de limpieza) en un hotel de Miami y que asumió la responsabilidad de mantener a sus familiares en el país.

De acuerdo con la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela RV4, hasta el 10 de enero de 2022 en el mundo había 6.040.290 de venezolanos refugiados y migrantes.

Desde el exterior son quienes han ejercido la responsabilidad de velar por la integridad de sus familias en el país a través de las remesas.

Para Martinez siempre el envío de dinero es un asunto delicado, que se debe hacer por terceros y que no siempre representa una buena alternativa.

“He tenido que recurrir a terceros y personas recomendadas para mandar el dinero y que puedan recibir bolívares. No es tarea sencilla. A veces el tipo de cambio no conviene o cobran demasiado por la comisión (…) no tienen disponibilidad de bolívares y a veces en casa no entienden que son condiciones que me pone el intermediario, y son cosas que no dependen de mi. Es algo frustrante, y me enfrento con eso mes a mes”, relata.

Seguridad financiera

Hugo Padilla, analista financiero y desarrollador de Lite Fintechs, explica que lo común a la hora de enviar remesas ha sido realizar transacciones a través de mercados no tradicionales o no regulados.

Esto traía estafas, en situaciones donde se depositaban los dólares y no se recibían los bolívares o por el contrario se recibían los bolívares y no se honraban los dólares.

“Otros problemas de ese manejo irregular de recursos significaba, en algunos casos, situaciones de lavado de dinero, identificación de los clientes y todos los problemas que devenga un intercambio informal”.

“Ante esa necesidad y con la finalidad de crear un ecosistema que ofreciera simplificación de los procesos y seguridad financiera creamos el servicio de Papaya. Lo primero es, la facilidad de poder utilizar el producto, donde te registras en mipapaya.com para cumplir con la regulación local estadounidense antilavado de dinero (Bank Secrecy Act o BSA por sus siglas en inglés) donde se solicita: nombre, apellido, dirección. Luego, se registra el usuario con su tarjeta de débito y recibe el dinero en Venezuela. Los métodos para recibir los bolívares son a través de un depósito directo a través de una cuenta en el país, pago móvil en alrededor de dos horas, así como dólares en efectivo a través de las casas de cambio autorizadas en Venezuela”.

Para el CEO de esta iniciativa,

la premisa general es darle valor al emigrante donde quiera que se encuentre, a través de una herramienta 100% regulada desde los Estados Unidos.

“Nada de empresas de maletín, Whatsapp, Zelle. Una vez que estemos asentados en el mercado la evolución natural será ofrecer productos adicionales. La idea es ofrecer la oportunidad de que puedas guardar dinero con nosotros en cualquier moneda que poseas para que no se deprecie con la inflación, proveer de una tarjeta de débito con la que directamente el familiar en Venezuela pueda hacer uso de ella y pagar”.

Cortesía

Insiste que se busca apostar por “proveer al migrante todas las herramientas financieras para que pueda subsistir en cualquier país”.

“Con Papaya salimos en noviembre de 2021, inicialmente ofreciéndole la posibilidad entre Estados Unidos y Venezuela. Ahora desde la última semana de enero incorporamos los envíos de remesas desde Colombia y Perú. La promesa que tenemos antes de finalizar 2022 es disponer oficialmente de 11 países para el envío de dinero donde estarían incorporados: Ecuador, Uruguay, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá, España; para seguir expandiéndonos a otros países de Europa”.

En cuanto a las comisiones,

cuando se envíen hasta 70 $ se paga por la transacción 0,99 centavos de comisión y al pasar esa cantidad no se generan cargos.

“Es importante destacar que dependiendo del medio para recibir el dinero (transferencias cuentas, pago móvil o retiro en taquilla de dólares) se generan unos costos adicionales que por parte de los aliados”.

Reveló que el ticket promedio de lo que se está enviado ronda entre 120 a 130 dólares; y por lo general se tienden a hacer 2 o tres transacciones al mes.

“Esta realidad nos ha obligado a evolucionar dentro de las oportunidades que ofrece el mundo fintech desde hace casi seis años, buscando cómo agregarle valor al venezolano”.

Otras posibilidades de pago

Padilla detalla que el próximo paso inmediato será incorporar el fondeo a las cuentas en dólares, dentro de la banca venezolana, dentro de las opciones disponibles en la cartera de Papaya.

“La idea es que podamos concretar algún convenio con la banca venezolana para que las personas que tengan cuentas de banco en dólares reciban ese dinero, y si no las tienen poder gestionar una. Mantenemos conversaciones con Bancamiga y el Banco Nacional de Crédito (BNC), quienes han hecho un excelente trabajo tecnológico y ya tienen disponible APIs para el manejo de los recursos”.

“También vamos en la vanguardia de ofrecer nuestra propia billetera Papaya, con todas sus funcionalidades, con una tarjeta de débito, posibilidad de ahorrar en una moneda fuerte, préstamos y algunos otros productos que están aún en desarrollo”.

En números

Padilla manifiesta que inicialmente la diáspora más importante de venezolanos, antes que pasara el éxodo, estaba ubicada en España y los Estados Unidos.

“El primero por no ser necesaria la visa y el segundo era la opción para los que ya tenían una visa para llegar. Ahora el panorama es distinto. En los últimos tres años las opciones más fáciles para emigrar están en Colombia seguido de algunos destinos del sur como Brasil, Chile, Ecuador, Perú y hasta Argentina. De forma tal que esta situación ha incrementado la necesidad de enviar de la forma más expedita remesas para los familiares que están en Venezuela”.

Según sus datos

Con la entrada de la pandemia y específicamente en el caso de envíos desde EE.UU. a Venezuela hubo un incremento de 7 a 10 % en el envío de remesas.

“Caso contrario de Colombia, Ecuador, Perú, donde la situación económica de los migrantes fue mucho más difícil de sobrellevar y la caída llegó a un 14 %”.

2022 año de repunte

Detalla que específicamente, para 2022 se espera un repunte de un 20 % lo que podría significar el ingreso de unos 3.500 millones de dólares.

“Aunque los pronósticos más esperanzadores afirman que podría llegar a los 4,5 billones de dólares para el cierre de este periodo”.

De la suma total de envíos a Venezuela el 30% proviene directamente de los Estados Unidos, lo que se traduce 1500 millones de dólares.

“A pesar que el grueso de la migración no está localizada en ese país se estima que al menos el 7% está radicada en ese territorio. Aunado a ello, la realidad es que ese número se incremente producto de los connacionales cruzando el río grande hacia territorio norteamericano lo cual era técnicamente impensable, y ahora es una realidad”.

Dinamizador de la economía del país

Para el analista económico, Tomás Socías López, la migración es cada vez más importante, no sólo para los dependientes de las remesas, sino para de alguna manera garantizar la estabilidad financiera actual del país.

“Estamos hablando que Venezuela recibe más de 2.000 millones de dólares en remesas anualmente, así que no es despreciable ese monto en una economía que se ha reducido más del 80 % en los últimos años”.

Remesas como motor

Destaca que el dinero recibido desde el exterior para cubrir desde los gastos más elementales hasta algunas emergencias se ha convertido en “un dinamizador de la economía del país”

“Es la primera vez que el país tiene una entrada de 8 mil millones de dólares por concepto de la gasolina, otros 4 mil millones por servicios públicos y al menos unos 2.800 millones de dólares solamente en remesas anuales, este último monto pese a que pudo haber perdido fuerza por efecto de la pandemia, la tendencia es que vaya en ascenso”, especificó.

Crecimiento y bienestar

Con respecto a la economía del país, afirmó que para este 2022 habrá “un pequeño crecimiento que traerá bienestar” con el ingreso aproximadamente entre 45 y 50 mil millones de dólares.

“Venezuela tuvo durante 2021 ingresos cerca de los 15 y 20 mil millones de dólares” dijo.

Por su parte, el economista y director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, destaca que ese crecimiento del consumo privado durante 2021, con un promedio de un 10%, pudo haberse impulsado por la llamada “economía negra”, las remesas y la informalidad laboral.

“Actualmente las remesas son tan importantes que en estos momentos representan al menos el 5% del Producto Interno Bruto (PIB) y para el 2025 se prevé que estén en 10% a 12% del PIB. Mientras que las divisas que pasan de mano en mano derivadas de la economía negra ya alcanzan 25% de la economía. Estas cifras contrastan con el 17% del PIB que representa el sector petrolero”, indicó.

¿Quiénes son los que envían?

Según el reporte de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), en todo el mundo hay más de 281 millones de personas migrantes, o sea, el 3.6% de la población global.

El 48% son mujeres, además, 14.6% son niñas y niños. Además, más de 169 millones son trabajadoras y trabajadores que hacen circular 702,000 millones de dólares en remesas.

La Cepal refiere que en la región americana la recepción de ingresos por remesas aumentó 30% hasta noviembre de 2021, una cifra esperanzadora tomando en cuenta el tímido 8% registrado en 2020 como consecuencia de los confinamientos y el desempleo.

Para la organización todo sostenimiento o incremento en envío de remesas a Venezuela dependerá del panorama económico mundial, que sigue enfrentando la aparición de más variantes de COVID-19 y tasas de inflación históricas.

Tendencias en remesas para 2022

Jorge Godínez, director para América Latina de la firma WorldRemit señala importantes predicciones sobre el comportamiento de la industria para 2022 en materia de modernización para el envío de remesas:

1. Seguirá el crecimiento de estos giros familiares: Esto será consecuencia de la recuperación del empleo a nivel global en la medida que se incremente la vacunación y se pueda controlar la expansión del COVID-19.

2. Aumentará la popularidad de las billeteras móviles, dado que permiten un manejo rápido y sencillo del dinero sin la acción de intermediarios.

3. La seguridad será la garantía, así que las empresas de envío de remesas integrarán funciones adicionales para validar la identificación de sus clientes desde las direcciones IP de los teléfonos hasta la validación de documentos de identidad.

4. La rapidez es esencial: Debido a los avances digitales, los usuarios esperan que su dinero llegue de la forma más inmediata y expedita. Además, se integrarán más funciones de comunicación y seguimiento a escala mundial para la tranquilidad de los usuarios.

5. Sencillez: La tendencia es hacia la simplificación, por ello lo ideal será disminuir el número de pasos para cada transferencia de dinero; buscando que el proceso sea tan sencillo como enviar un mensaje de texto.