Un testículo desprendido e intento de violación: Gabriel Barros, preso político del caso Paramacay
Gabriel Jesús Barros Romero, un civil, de profesión ingeniero en sistemas, se encuentra privado de libertad desde el 6 de agosto de 2017 por causas políticas vinculadas al levantamiento en el Fuerte de Paramacay o también conocido como Operación David, en el estado Carabobo. Desde el momento de su detención fue víctima de torturas que incluyeron intento de violación; maltratos por los que hoy tiene graves consecuencias.
Aberrantes torturas
Tras su detención Barros fue trasladado a la sede Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) de Boleíta Norte, en Caracas, sus familiares relatan que en ese lugar lo torturaron por alrededor de 72 horas.
Su esposa Astrid Gómez contó que «Gabriel sufrió demasiadas torturas. Tuvo un golpe muy fuerte en la cabeza que lo dejó inconsciente. Le pusieron electricidad en varias partes de su cuerpo, entre ellas sus testículos en los que también recibió golpes que le ocasionaron desprendimiento del testículo derecho»
Según detalló Gómez, a su esposo que en aquel entonces tenía 23 años de edad, le «desprendieron las uñas de las manos y pies».
En la sede de la Dgcim también lo torturaron practicándole «asfixias con bolsas plásticas con insecticidas y gas lacrimógeno» e «intentaron violarlo».
«Uno de sus compañeros dice que a Gabriel intentaron violarlo mientras tenía pérdida de conocimiento que sí vio lo que estaba pasando», contó su esposa.
Las consecuencias de las torturas
Los fuertes golpes en la cabeza le ocasionaron pérdida del conocimiento al instante, actualmente presenta dolor de cabeza y lapsos de pérdida de memoria; dolor testicular y en la pierna derecha.
«Ya ha sido evaluado por personal de la Cruz Roja y el Ministerio Público. Recomiendan que sea evaluado por neurólogo y un urólogo, pero hasta los momentos no ha recibido la atención médica especializada que requiere con urgencia. Ahora con el traslado puede ser mucho más difícil», expresó
El traslado
Sus familiares denuncian que el 24 de enero, en conjunto con otros presos políticos, Barros recibió un traslado «arbitrario» desde la cárcel de Ramo Verde a la cárcel común de Yare III. Hasta el momento no se le ha permitido a los familiares visitarlo por presunto «periodo de adaptación» en el lugar.
«Está en una cárcel común lo que aumenta la peligrosidad. No lo hemos visto porque ellos tienen una especie de normativa (en la cárcel) un aislamiento de 15 días. Esperamos poder verlo este fin de semana y verificar su condición de salud», dijo su esposa.
Medida cautelar de la CIDH
El preso político Gabriel Jesús Barros Romero recibió una medida cautelar por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 23 de junio de 2020. Se la otorgaron derivada de las evaluaciones médicas realizadas por el Ministerio Público y la Cruz Roja de Venezuela a causa de las patologías de salud que le desencadenaron las torturas y tratos inhumanos.
Familiares también han denunciado el caso ante la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y claman por la liberación del civil.