Tras el COVID-19, algunos niños desarrollan el síndrome inflamatorio multisistémico

El síndrome inflamatorio multisistémico (MIS-C o PIMS en inglés) es una reacción poco frecuente que pueden llegar a manifestar niños y adolescentes que tuvieron COVID-19. Esta reacción inflamatoria exacerbada afecta a 1 de cada 3 mil niños y menores de 21 años.
Este padecimiento puede dejar alteraciones a nivel de la microcirculación coronaria seis meses después del alta y en caso de persistir podría aumentar el riesgo de infarto e insuficiencia cardíaca en la edad adulta, así destacó un estudio brasileño.

MIS inflama los órganos

Especialistas informan que la mayoría de los niños y adolescentes que se infectan con el virus de COVID-19 tienen apenas una enfermedad leve, pero hay otros casos en que desarrollan el síndrome inflamatorio multisistémico, con el cual se inflaman gravemente algunos órganos y tejidos, como el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, los riñones, el aparato digestivo, el cerebro, la piel o los ojos.
Este síndrome fue reconocido por primera vez en abril de 2020 y se cree que se produce como una reacción del sistema inmune exagerada, luego de entre dos y seis semanas después de la infección por el coronavirus en niños y adolescentes.
Si un niño presentó COVID-19 o estuvo en contacto con una persona positiva, puede presentar los siguientes síntomas:

¿Cuáles son los síntomas del Síndrome Inflamatorio Multisistémico en niños y adolescentes?

En los últimos meses se ha especulado sobre que la vacunación en niños y adolescentes podría contribuir a que se dé el Síndrome Inflamatorio Multisistémico, sin embargo, aún no está comprobado pese a varios estudios, por lo que se recomienda a los padres de familia o tutores estar al pendiente si se presenta alguno de los siguientes síntomas:
  • Fiebre que dura más de 24 horas
  • Vómitos
  • Diarrea
  • Dolor de estómago
  • Sarpullido
  • Cansancio inusual
  • Latidos rápidos del corazón
  • Respiración acelerada
  • Ojos rojos
  • Enrojecimiento o hinchazón de los labios y la lengua
  • Enrojecimiento o hinchazón en las manos o los pies
  • Dolor de cabeza, mareos o aturdimiento
  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos
Si el niño o adolescente tiene algunos de estos síntomas, se debe contactar a la brevedad a un médico para que se pueda indicar un tratamiento, pero en caso de que el menor presente dolor intenso de estómago, dificultad para respirar; piel, labios o uñas de color pálido, grisáceo o azulado, confusión repentina o incapacidad para despertarse o permanecer despierto, se debe acudir inmediatamente a emergencias.