Tiene secuelas en los testículos: las torturas a Darwin Urdaneta en la Dgcim
Una presunta hernia inguinal padece el sargento mayor de tercera Darwin Urdaneta Prado a consecuencia de las torturas aplicadas por la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) tras su detención por presunto terrorismo en el caso del supuesto “gringo espía”, en septiembre de 2020 en la alcabala Los Pedros, en Falcón.
Según dijo una fuente judicial con identidad protegida, las torturas que le aplicaron a Urdaneta han causado secuelas en su cuerpo. Producto de los golpes “tiene el testículo derecho inflamado por lo que requiere atención médica inmediata”, detalló la fuente.
“Lo golpearon con palos. Le aplicaron descargas eléctricas en el cuello y los pies. Lo asfixiaron con bolsas en la cara hasta que perdía el conocimiento. No le dieron agua ni comida por tres días. Esto lo contó frente al juez el 26 de enero de este 2022”, destacó la fuente.
Trascendió que el preso político relató al juez que a él y al ciudadano estadounidense Matthew Heath los torturaron más que a los otros detenidos identificados como Daeven Rodríguez y Marco Garcés.
La detención
Urdaneta vivió un infierno desde su detención el 9 se septiembre de 2020 en una alcabala de la Guardia Nacional del estado Falcón. Él viajaba en “una cola” que pidió cerca del Comando 113 de la GNB en Zulia, lugar donde trabajaba.
“Él iba en el taxi donde iba el norteamericano, pero no conocía a ninguno de los que iba allí. Él acababa de salir del comando del estado Zulia, del destacamento 113 donde él trabajó porque es guardia, sargento mayor de tercera de la Guardia Nacional. Sólo pidió la cola en ese carro, pero no conocía ni al gringo ni el resto de ocupantes”, señaló la fuente.
La fuente contó que al momento de la detención no llevaban armas, y que en las dos fotos en la alcabala Los Pedros del 9 de septiembre de 2020 se evidencia.
“En la alcabala de Falcón cuando los detienen y les toman la primera foto se ve claramente que no llevan ningún tipo de armamento, solamente una caja de herramientas, tres teléfonos celulares -de los venezolanos- y un teléfono satelital que era el del norteamericano. También había tres tarjetas de crédito pero no eran del sargento porque no tenía nada de eso”, relató.
“La película”
La misma fuente judicial detalló que el sargento mayor de tercera ha manifestado que en un primer momento “no iban a incluirlo en el caso”, pero luego el comandante de la alcabala pidió que lo incluyeran “en la película”.
“Un comandante lo manda a sacar de la primera foto. Hay una foto donde sólo aparecen el norteamericano y los otros implicados, pero no Darwin Urdaneta porque los mismos guardias nacionales, que los detuvieron, como ‘para crear la historia’ iban a meter solo a los civiles. Pero luego llega otra vez el comandante y dice que llamen al guardia también y que lo metieran en la foto ‘porque así va ser más creíble la película’, entonces es cuando hacen la segunda foto en la que igual no habían armas”.
Las supuestas armas
Cuando el caso pasa de la GNB a la Dgcim “aparecen las armas”. El Sm/3 Urdaneta vio como subían armas a una avioneta donde viajaban de Caracas a Punto Fijo para “sembrarles” las municiones.
“La detención fue el 9 de septiembre y lo de las armas el 11. A ellos los llevaron para Caracas. Buscaron el armamento en Caracas y los subieron en la misma avioneta. Ellos no sabían que se lo iban a sembrar, se dieron cuenta cuando explotó la noticia. Primero los detuvo la Guardia, pero luego se los entregan a la Dgcim que le sembró el armamento”.
Urdaneta Prado está acusado de terrorismo, porte ilícito de arma y asociación para delinquir, pero ante el juez ha dicho que lo único que hizo fue pedir una cola en el vehículo en el que se trasladaba un extranjero de nacionalidad estadounidense.