Sueños de libertad: A cuatro años del sobrevuelo de Óscar Pérez

El 27 de junio de 2017 los venezolanos sintieron esperanza cuando el piloto Óscar Pérez irrumpió en el cielo de Caracas para reavivar el espíritu de lucha por la libertad.

El hasta entonces desconocido inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) con un solo sobrevuelo que hizo temblar al régimen y demostró que sí hay hombres valientes y preparados para encarar al chavismo.

Su acción, de la que muchos venezolanos llegaron a dudar, fue catalogada por el régimen de Maduro como terrorista.

Pérez sacó del  CICPC un helicóptero con el fin de dar un mensaje más directo desde el cielo de Caracas, sobrevoló el Tribunal Supremo de Justicia, donde lanzó unas granadas de luces, un elemento que no destruye pero sí ciega y ensordece temporalmente al enemigo,  y alzó la bandera de Venezuela para convocar al artículo 350 de la Constitución del país, con el que se desconoce a un régimen tiránico.

«El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos», así detalla el artículo de la Constitución Nacional.

Previo, Pérez había difundido un video en el que informaba detalles sobre su acción para evitar angustia entre los venezolanos y para dejar constancia de cuáles eran sus intenciones.

“En este día estamos realizando un despliegue aéreo-terrestre con el único fin de devolver el poder al pueblo democrático, y así cumplir y hacer cumplir las leyes, para restablecer el orden constitucional”, manifestó.

También realizó un llamado a todos los venezolanos para «reencontrarnos con nuestra fuerza armada y juntos recuperemos nuestra amada Venezuela”.

Tras la operación, el piloto exhortó a los funcionarios para que se plegaran a la Constitución Nacional y a la lucha contra la tiranía chavista.

Sin embargo, Pérez no logró unir ni a la dirigencia política ni a los funcionarios de la fuerza pública, y fue asesinado en un cruel y vil operativo donde se violaron todas normas policiales, legales y de derechos  humanos. Una masare como nunca antes había ocurrido en Venezuela y que dejó a 7 personas muertas.

Masacrado por el régimen

Óscar Peréz vivía en Caracas  y estudió para ser funcionario policial, se desempeñaba como piloto, buzo, entrenador canino, paracaidista y operador táctico de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) del CICPC, donde por más de 15 años prestó fielmente su servicio hasta que quiso un cambio para su país.

Era reconocido entre sus compañeros por ser uno de los mejores hombres de la unidad.

Aunque por su rol le tocaba ver la peor cara de la criminalidad, Pérez no perdió su sensibilidad y su fe en el ser humano, tanto que  creó una fundación llamada GV33 Moral y Luces, dedicada a ayudar con medicinas a niños con enfermedades oncológicas, alimentos y materiales educativos para escuelas y para asistir a personas de la tercera edad en situación de calle.

La mañana del 15 de enero de 2018, el régimen de manera despiadada usó armas de guerra RPG para destruir la casa donde se resguardaba con sus compañeros para no caer en las garras del régimen.

Ante centenares de efectivos rodeando la casa, en una operación desproporcionada, Pérez negoció su rendición. Ya cuando había un acuerdo, el régimen lo incumplió y procedió a masacrarlos.

Su cuerpo, que tenía disparos que denotaban que lo ajusticiaron estando herido y sin poder defenderse, fue enterrado el 21 de enero tras una batalla de su familia desde el exterior para que el régimen entregara sus restos y recibiera la sepultura correspondiente.

La tiranía pretendía llevar el cuerpo a una fosa común o cremarlo, de acuerdo con denuncias de funcionarios forenses, que posteriormente tuvieron que huir del país para evitar ser detenidos por haber sacado a relucir la verdad.

Finalmente entregaron el cuerpo para su sepelio, pero prohibieron la realización de un velorio y solamente autorizaron la presencia de dos familiares.

Hoy la familia de Óscar Pérez y sus compañeros de lucha libertaria esperan justicia. El caso ha sido presentado ante la Corte Penal Internacional, única instancia que puede garantizar que este caso no quede impune.

 

Foto: Cortesía