Red Nigeriana recluta venezolanos para traficar drogas a Europa

A comienzos del 2020 detuvieron en Francia a dos venezolanos por llevar casi 200 dediles con cocaína. Lo ocurrido puso en la mira la existencia de una red de “mulas” de la droga que conecta a Venezuela, Brasil, Guyana Francesa, Europa y África.

La Alianza Rebelde Investiga (ARI) identificó a una red de tráfico de drogas que trabaja en más de cinco países y tres continentes, este descubrimiento se logró gracias a un equipo de periodistas en Francia, Brasil y Venezuela que conectaron las piezas que muestran el patrón que los narcotraficantes utilizan para llevar cocaína a Europa.

Según la información que publicó la Alianza Rebelde Investiga, la red de tráfico de drogas es liderada por nigerianos y opera desde Brasil. Además, se conoce que los traficantes captan a los venezolanos más vulnerables, sobre todo a las mujeres.

Historia de tres venezolanos que fueron contactados por la red de tráfico de drogas

Marvin, quien protegió su identidad con ese nombre, es un caraqueño que en ese momento estaba desempleado y tiene tres hijos. Aceptó llevar droga a Europa para un grupo nigeriano y pasó varios meses en una prisión de París, desde hace casi dos años no ve a su familia.

La comida, la comida es la razón por la estoy aquí. Por la comida decidí hacer el viaje. Estaba pasando por una situación muy difícil. 

Durante la entrevista con un periodista de ARI en París, Francia, Marvin reveló que le ofrecieron 5.000 dólares por llevar droga a Europa, específicamente a Francia.

Joe, fue otro de los venezolanos detenidos en Francia y a diferencia de Marvin, fue arrestado en otro lugar de la capital del país europeo. Una de las razones que motivó al hombre a servir de «mula» fue la situación económica que estaba viviendo.

Durante una entrevista con el mencionado portal de noticias, Joe contó que el grupo criminal nigeriano está basado en Brasil y que es en dicho país donde preparan y captan a las personas que sirven de «mulas».

Joe comentó que estuvo detenido por las autoridades francesas y permaneció un mes en prisión, aislado completamente. Luego de salir de prisión, Joe estuvo vagando por las calles de París y en varias oportunidades intentó regresar a Venezuela pero no pudo lograrlo.

Vulnerabilidad del venezolano los hace presa fácil

La necesidad y la condición de vulnerabilidad convierte a los migrantes venezolanos en presas accesibles para estas redes de narcotraficantes, así comenzó la historia de Alba, de 42 años quien migró a Boa Vista, Brasil junto a sus tres hijos en busca de una mejor calidad de vida, a los diez días no tenía dinero para pagar la renta donde vivía y el dueño del hotel -de nacionalidad nigeriana- le propuso hacer un viaje para llevar droga a Francia y solventar su situación económica.

Alba aceptó la oferta y su preparación comenzó en el hotel Acceso Rápido ubicado en Boa Vista, capital del estado de Roraima. Cuando la madre de tres niños vio las drogas que debía ingerir, se arrepintió y de inmediato la corrieron junto a sus hijos del hotel.

La mujer decidió denunciar al dueño del hotel donde se hospedaba, «Victoria City», detuvieron al nigeriano, le incautaron cápsulas de cocaína, y encontraron el pasaporte de la víctima y de otros cinco inmigrantes de Bangladesh.

Pero, su tiempo en prisión fue breve ya que se desconocen las razones por las que la justicia brasileña lo dejó libre tan pronto. Meses después el hombre fue detenido  junto a dos hombres venezolanos por captar criollos para una organización de tráfico de drogas en Boa Vista.

Los casos de Alba, Joe y Marvin son una muestra de cómo la emergencia humanitaria compleja de Venezuela se ha convertido en un atractivo para las organizaciones de crimen organizado transnacional y para el tráfico de órganos.

Es importante mencionar que los tres venezolanos de esta historia no se conocen, pero probablemente en sus viajes hayan coincidido en algún punto del recorrido en Brasil, Surinam, Guayana Francesa o París.

¿Quién es el líder de la red de narcotráfico?

El equipo de ARI en Brasil identificó algunas conexiones de la red de narcotraficantes con Venezuela y es que el nigeriano cabecilla de la organización en Boa Vista fue identificado como Kevin Muroof Ezequiel Salami, quien vivió en Venezuela.

En Brasil es dueño del hotel «Acceso Rápido», lugar que es usado para albergar y preparar a los pasantes de droga. Además, se conoció que el hombre es pastor y presidente de una iglesia evangélica conectada con el hotel.

Otra de las personas que controla la red de tráfico de drogas en Suriname es «Mike», quien vivió en la parroquia La Pastora, en Caracas.

Iglesias evangélicas en Caracas

En Caracas se conoce que hay al menos tres iglesias evangélicas nigerianas, una de las más activas está en la avenida Lecuna y recibe decenas de venezolanos. Los domingos después del servicio, sirven comida y los martes el acto religioso es sólo para las mujeres.

Hasta los momentos, no se ha encontrado ninguna relación entre esta iglesia y el grupo criminal que recluta venezolanos en el extranjero.