Quien era el «Mocho Edwin» Expran que se lanzó de una ventana desde un sexto piso en Colombia

Edwin Ramón Soto Nava, Alias el «Mocho Edwuin», un expran de la extinta cárcel Sabaneta, ubicada en la ciudad de Maracaibo, Venezuela.

Desde lo alto de un edificio, por razones aún no precisadas, se lanzó “El Mocho Edwin”. Uno de los líderes más negativos conocido de Maracaibo. Al parecer, se encontraba bajo los efectos del alcohol y sustancias psicotrópicas cuando tras sostener una fuerte discusión con su pareja actual se lanzó de un sexto piso.

Aparentemente, los vecinos del “Mocho Edwin” llamaron a la policía por el escándalo que tenía y al verse rodeado decidió lanzarse por la ventana.

¿Quién era Edwin Ramón?

El delincuente era uno de los mayores líderes negativos de la cárcel de Sabaneta. Se encargó de negociar la entrega del penal en septiembre de 2013; lo cual significó el cierre definitivo de la única cárcel que existía en Zulia.

El portal Semana, describió que Soto Nava, era un viejo conocido de los medios de comunicación locales en Maracaibo desde que comenzó su carrera delictiva asaltando furgones blindados de transporte de dinero.

Así mismo, mató a tres de sus compinches y huyó con todo el dinero, hasta que fue apresado en la isla de Margarita por el secuestro de una mujer.

Soto Nava aprovechó un motín para avanzar en su condición de «pran», una especie de caudillo que gobierna con mano de hierro la prisión y al que los presos tienen que pagar una contribución semanal para asegurar su vida.

Ocupó el puesto de Pedro Caldera, quien murió en un enfrentamiento con la policía, para escándalo de Venezuela, cuando se encontraba en una tasca de Maracaibo junto a otros presos.

Los hombres de Caldera comenzaron a disputarse su «herencia» cuando Soto Nava aprovechó el «divide y vencerás» para hacerse con el poder en su zona.

Prontuario

“El Mocho Edwin”  tenía alrededor de 30 años de edad y era oriundo de Maracaibo, se llegó a oficializar como el pran del área de seguridad máxima de la cárcel Nacional de Maracaibo, luego de un intenso motín tras la muerte de Pedro Caldera, que fue abatido por efectivos del Cicpc en un enfrentamiento fuera de las paredes del penal el mismo mes, confirmado por la propia policía científica.

Registros policiales precisan que Soto cayó preso por primera vez en el año 2003 luego de que un ciudadano se le resistiera al robo en una calle de Maracaibo.

Tres años más tarde asumió el control del área de Penal de Sabaneta luego de salir en libertad Javier Paz Herrera, alias “el Comandante Serizawa”, cuyo apodo proviene del plagio que conmocionó a la colectividad zuliana perpetrado contra una médica de origen japonés, Maritza Serizawa; fue secuestrada el 20 de febrero de 2000 cuando la profesional de la medicina se desplazaba en su vehículo. La galena fue liberada el 17 de agosto de ese año en la emergencia del Hospital General del Sur, según reseñan medios locales.

El conocido delincuente marabino, quien fue capturado en el oriente del país y recluido en una prisión de la isla de Margarita, fue trasladado a la Cárcel Nacional de Maracaibo en noviembre de 2011. Tras el motín de aquel momentos, “El Mocho Edwin” controlaría las áreas de Penal, Patio, Máxima y Procemil.

Amasaba grandes sumas de dinero

Edwin manejaba un presupuesto mil millonario por concepto de extorsión, secuestro, prostitución, venta de drogas, casinos clandestinos, y el negocio que supone ser el Pran de Sabaneta, donde cada preso debió hacer un aporte semanal en dinero al líder negativo y que le ha permitido tener en su “nómina” a directores de cárceles, efectivos militares, custodios, policías, entre otros.

“Esto lo sabían funcionarios del ministerio de Interior, Justicia y Paz, la ministra (Iris) Varela, pero no hacen nada. Hay especie de un pacto, que consiste en mantener la tranquilidad en las cárceles sin importar los delitos que cometan los llamados pranes”, dijo un funcionario al rotativo regional a fuentes en aquel momento.

El que “ordena”

El diario zuliano La Verdad, dio cuenta de sus declaraciones luego de los motines que lo llevó a su “ascensión” en el área de máxima seguridad y que dejó unos cinco reos muertos y 40 heridos donde ha dicho, entre varias cosas, que el penal estaba “bajo control y en perfecto orden”.

«La prensa para perjudicar a uno y seguir perjudicando a uno como siempre lo ha hecho. Para acá pueden venir, se puede meter la Guardia si quiere. Lo que sea, para acá vino el doctor Wílmer Apóstol incluso él se metió hasta el área de Máxima y vio todo. Y aquí no hay nada. Yo creo que el ministerio no vaya a venir. Los muertos que salieron en la prensa fueron porque fueron de parte de ellos (Máxima)», dijo en aquella oportunidad sobre el motín.

Amante de los medios de comunicación

Fue en esa misma entrevista donde “El Mocho” señaló que tuvo contacto con la propia Iris Varela. “Ella nos ha llamado y se ha comunicado con nosotros; porque ella también tiene sus labores, pero de verdad ella más que todo ha hablado con el doctor Wílmer Apóstol; la doctora María Méndez, el director, el doctor Ruza y el doctor Ravel. Y se han hecho sus reuniones y todo lo demás; nosotros apostamos a la humanización de los reclusos y seguimos los lineamientos del Ministerio de Servicios Penitenciarios. Los internos del Penal se concentran en los encuentros deportivos, en las actividades académicas y en otros pasatiempos que los ayudan a insertarse a la sociedad y a apoyar las iniciativas de Gobierno”.

En una anterior entrevista al mismo diario, Soto explicó que lo que buscaba era que todos los reclusos puedan regresar a su casa. “Yo maté y sé que no soy nadie para quitarle la vida a nadie, pero ahora queremos regenerarnos y queremos que nos apoyen. Este cambio en las cárceles es con el apoyo de todos”.

Línea del tiempo

La mega-banda del Tren del Norte:

Según versiones de los vecinos afirmaron que el sujeto efectuó disparos por la ventana lo que obligó a los vecinos a reportar a las autoridades. Edwin Ramón Soto Nava habría tenido una fuerte discusión con su pareja. La organización Insight Crime señaló que el sujeto lideró la mega-banda del Tren del Norte y que estuvo preso en Tocorón, donde logró vincularse con Niño Guerrero, jefe del Tren de Aragua. Durante el tiempo en que el Mocho Edwin estuvo ejerciendo el pranato, en la Cárcel de Sabaneta hubo decenas de muertos. Se ubicó como uno de los centros penitenciarios más peligrosos del país, de acuerdo con el Observatorio Venezolano de Prisiones.

Él incluso dio entrevistas a la prensa en las que se declaró amante del deporte y de la paz; también aseguró que los hechos de violencia los cometió “para hacer un bien”, reseñó el medio colombiano Semana.

Edwin Soto, el capo de capos:

El preso Soto Nava ya controlaba tres áreas de las siete en que se divide la Cárcel Nacional de Maracaibo (en el estado de Zulia, en el noroeste de Venezuela).

La hacía una de las más violentas del país (en 2012 fue la tercera con más hechos de violencia según el Observatorio Nacional de Prisiones).

La extrema violencia registrada parecía ser una marca de la casa de Edwin “El Mocho” Soto: aprovechó un motín para tomar el control de su segunda área; hubo denuncias de cuerpos decapitados.

Sin embargo, él incluso había dado entrevistas a la prensa en las que se declaraba amante del deporte y de la paz; a favor de la humanización de las prisiones y aseguraba que los hechos de violencia los había cometido “para hacer un bien”.

De hecho, peleaba en contra de los presos que se dedicaban a extorsionar a ciudadanos fuera de la cárcel y aseguraba que si buscaba convertirse en “caudillo” de los reclusos, era para acabar con esa práctica.

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“Controlaba la extorsión”

Desde la cárcel, grupos de presos se dedicaban a manejar redes de sicarios y también a la extorsión; que funciona básicamente a partir de anuncios clasificados de venta de automóviles o viviendas.

“El Mocho” dirigió desde la cárcel una banda de sicarios. Sin embargo, se declaró insistentemente en contra de la extorsión.

Fue él quien negoció la entrega del penal en septiembre de 2013. Evento que signó el cierre definitivo de la única cárcel que existía en Zulia.