Putin confesó que el acontecimiento que más ha marcado su vida fue la disolución de la Unión Soviética

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, aseveró que «La disolución de la URSS es el acontecimiento que más ha marcado mi vida».

«Creo que no ha habido nada que cambiase mi vida en un instante, pero sí ha habido algo que influyó (…) fue la caída de la URSS», dijo el líder ruso en el centro infantil Sirius en Sochi.

El presidente ruso ha dirigido un discurso a la nación

y ha dejado asomar la nostalgia que siente por la desaparecida Unión Soviética. «Fue un error permitir a las repúblicas dejar la Unión Soviética», confesó y lamentó «el colapso de la Unión Soviética supuso el saqueo de la riqueza de Rusia y dejó en una posición muy difícil al país».

Para Putin, el colapso de la URSS es «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX». Pero el mandatario fijó su postura con respecto a lo sucedido en la década de los 90 con la caída de la Unión Soviética (1991) «Para mí, la disolución de la URSS, al igual que para la mayoría de los ciudadanos, fue una tragedia».

Según la encuesta publicada ese mismo mes por el centro de opinión pública FOM, cerca de dos tercios de los rusos (el 62%) lamentaban la disolución de la Unión Soviética, la cual cumplió en diciembre 30 años.

Golpe de Agosto

El presidente de Rusia reveló a quién apoyó durante el llamado Golpe de Agosto, que tuvo lugar entre el 19 y el 21 de agosto de 1991 y durante el cual un grupo de miembros del Gobierno soviético y de la KGB depusieron a Mijaíl Gorbachov e intentaron tomar por la fuerza el control del país con el fin de frenar la desintegración de la URSS.

Según afirmó el propio Putin, en aquella época era el presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Alcaldía de San Petersburgo y tuvo que escoger entre apoyar a los golpistas, que se presentaban bajo el nombre de Comité Estatal para el Estado de Emergencia (GKChP) y que estaban encabezados por el presidente de la KGB, Vladímir Kriuchkov- cuando Putin todavía pertenecía a este cuerpo- o al entonces presidente de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia, Borís Yeltsin, quien encabezó la resistencia contra el golpe.

Así explicó Putin aquellos días de incertidumbre:

«Por un lado, trabajé con Anatoli Sobchak, que estaba del lado del Gobierno de Yeltsin, pero las fuerzas de seguridad, por otro, estaban del lado de los que participaron en ese intento de golpe de Estado. Con eso quiero decir que yo no podía jugar a dos bandas». El actual presidente ruso le comunicó al primero que ya había tomado una decisión, la cual no era otra que permanecer del lado de su superior «sin ir de un lado para otro». «Tengo que sentirme seguro y lo más apropiado para mí era escribir una carta de renuncia a mi cargo [en la KGB]», le reveló.