Tras 9 años como preso político y sin juicio sucumbe la salud del coronel Gámez Bustamante
En grave estado de desnutrición y con múltiples secuelas por dos accidentes cerebro vasculares generados a raíz de sus encarcelamientos, crisis hipertensivas con encefalopatías severas, un soplo en el corazón, constantes cuadros gripales, y afectación emocional por años de tortura psicológica, sucumbe lentamente la salud del coronel de la Guardia Nacional José de Jesús Gámez Bustamante.
Desde el 26 de julio de 2012 el chavismo se ha encargado de hacerle padecer al coronel Gámez Bustamante una de las peores pesadillas que pueda vivir un ser humano: ser un preso político sin que se le respete el debido proceso y sin que se le garantice ni siquiera el derecho a la salud.
Alrededor de 40 kilos ha perdido como consecuencia de la paupérrima alimentación y los crueles métodos que ha vivido con el sistema carcelario chavista durante casi nueve años de encarcelamiento (el lunes 26 de julio los cumplirá) en varios centros de detención.
El mayor deterioro lo ha tenido desde que fue inexplicablemente trasladado desde la cárcel militar de Ramo Verde a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), conocida como 26 de julio, ubicada en San Juan de Los Morros, estado Guárico, a más de 130 kilómetros de distancia de la residencia de su familia.
Su caso no ha podido ser verificado por la Comisión de Derechos Humanos de la ONU a cargo de Michelle Bachelet, por eso ni siquiera es mencionado en ninguna instancia.
Los dramáticos detalles de su situación también se mantienen en la opacidad. A la opinión pública ha trascendido muy poco de su estado, tanto así que prácticamente ha terminado siendo un prisionero del régimen olvidado en medio de miles de delincuentes comunes, quien, además, para mayor desgracia, pareciera que es completamente inexistente para la dirigencia política opositora venezolana.
Hasta la fecha, al coronel Gámez Bustamante ni siquiera se le ha abierto un juicio en tribunales militares, como correspondería, sino que su caso fue presentado ante instancias civiles.
Inicialmente Katherine Harrington, quien dirigió procesos contra María Corina Machado y Antonio Ledezma, fue la Fiscal del Ministerio Público que tomó su caso, pero hoy se desconoce en manos de cuál funcionario estaría la responsabilidad de presentar las pruebas de los presuntos hechos.
Esta fiscal es recordada por haber sido sancionada por el gobierno estadounidense en marzo de 2015, señalada de violaciones de los derechos humanos en las protestas de 2014.
Encarcelado dos veces sin que apertura de juicio
Gámez Bustamante, quien es compañero de promoción del general Vladimir Padrino López y de Néstor Reverol, ha sido encarcelado en dos ocasiones. La primera fue en julio de 2012, cuando le señalaron de presunta organización de magnicidio contra el fallecido dictador Hugo Chávez.
En ese momento hubo una audiencia de presentación ante el Tribunal Primero en lo civil, pero nunca abrieron el caso.
En esa oportunidad, Ramo Verde fue el lugar de reclusión establecido, lugar donde un mes después sufrió un Accidente Cerebro Vascular. En noviembre de ese año, por razones de salud, le dieron casa por cárcel, medida que alivio un poco su situación, pero que le seguía manteniendo como prisionero.
No podía salir ni moverse fuera de su hogar, porque su vivienda estaba custodiada día y noche por funcionarios del régimen. Mientras estuvo dos años con casa por cárcel tampoco hubo juicio alguno.
El 21 de enero de 2015 los funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) volvieron a allanar su casa y, tras destruir y llevarse objetos del lugar, le detuvieron junto a su esposa. Un mes antes, Nicolás Maduro en una presentación ante la Asamblea Nacional, le señaló de terrorismo económico y de promover una conmoción social.
Maduro presentó como prueba unos audios de una supuesta conversación telefónica entre Gámez Bustamante y el Vicealmirante Iván Carratú Molina, quien se encuentra en Estados Unidos. En los audios una voz que sería la del coronel comenta planes para generar disturbios y saqueos; sin embargo, llama la atención cómo podría organizarlos y ejecutarlos una persona que tenía custodia policial las 24 horas del día y que no podía moverse de su hogar.
A Gámez Bustamante lo encarcelaron esa vez en el Helicoide, donde sufrió un segundo Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Su delicada situación de salud fue usada como excusa por el régimen para un día sacarle de ahí y supuestamente trasladarlo para que recibiera atención médica en el Hospital Militar de Caracas. Finalmente lo que hicieron fue llevarlo a Ramo Verde.
Después de pasar aproximadamente un año en la sede de la cárcel militar, en mayo de 2017 de manera inexplicable lo llevaron junto a otros militares de la GNB a la Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de Los Morros.
Semanas después los militares trasladados a la prisión común fueron regresados a Ramo Verde, excepto el coronel Gámez Bustamante, a quien aún mantienen en ese lugar a pesar de su delicado estado de salud y de que no puede tener acceso a las medicinas ni a la atención médica que le podrían dar si estuviese cerca del hospital militar de Caracas.
Hoy, las personas señaladas por el caso del audio están en libertad (algunos con medidas de presentación, otros en libertad plena), sólo el militar es sometido al martirio de la prisión.
Carta Libertaria
Durante sus años de encierro, el militar ha escrito varias cartas para así mantenerse en comunicación con amistades y para que su caso fuese seguido por la opinión pública; sin embargo, en los últimos meses los escritos cesaron y no ha podido tener visita de su familia desde hace un año.
Tras este tiempo sin noticias suyas, este 24 de julio, con motivo del Natalicio del Libertador Simón Bolívar, Gámez Bustamante escribió una emotiva carta, en la que señala que a pesar de la persecución, exilio y muerte a la que han sido sometidos los venezolanos, aún permanece vivo “el fervor libertario”, incluso en personas como él que se encuentran tras los barrotes de la tiranía.
La Alianza Informativa de Cima 360 News y de The Latam Post tuvo acceso exclusivo a esta misiva. 17 líneas con un contundente mensaje libertario y de la realidad de Venezuela.
Aunque su situación es muy compleja, el coronel mantiene firme sus ideales libertarios y de defensa de la soberanía nacional.
“En el alma de LA VENEZUELA que usted libertó se mantiene incólume el fervor libertario dejado por usted como gloriosa herencia. Y mientras existan venezolanos dispuestos a arriesgar la vida y libertad en razón de rescatar la democracia; la soberanía y la justicia sus ideales libertarios serán eternos”.
Ciegos, sordos y mudos
Pese a que la situación de salud del coronel se deteriora con cada día que permanece en prisión y a que su caso jurídico es realmente grave, no ha ocupado mayor centimetraje en la prensa venezolana y no ha tenido mayor impacto público.
Todo parece indicar que su caso, tal como el de otros militares, está condenado a permanecer en la oscuridad. Ni siquiera la Alta Comisionada de la ONU, Michelle Bachelet, se ha pronunciado ante la evidente violación a los derechos de este militar, quien poco a poco se extingue por el encierro, la injusticia y la indiferencia.
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Información redactada por las periodistas Beatriz Galindo y Carola Briceño para la Alianza informativa de Cima 360 News y The Latam Post.