Parodia de abuela tiktoker terminó en detención por «incitación al odio»
Una parodia difundida en la red social TikTok, terminó en la detención de una madre y su hijo; bajo los cargos de promover el odio e incitar el asesinato de altos personajes del régimen de Nicolás Maduro.
Al parecer el humor venezolano ahora tiene regulaciones,
pues al Fiscal General del régimen, Tarek William Saab no le parece adecuada la sátira empleada por la señora Mata y su hijo; al referirse a la Primera Vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Iris Varela, el expresidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, y al fallecido presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
No le gustó el relleno de su arepa,
Saab anunció que la fiscalía ejecutó órdenes de arresto contra la pareja que había grabado el video. A pocas horas de su pronunciamiento, funcionarios del Cicpc ya tenían detenido a Florencio Gil Mata; hijo de la abuela tiktoker, Olga Lucila Mata de Gil, quien aún pesa una orden de detención.
Grabar y difundir un video ejerciendo su derecho a la #LibertadDeExpresión en su dimensión individual y social, a través del humor, no es motivo de detención ni es delito #18abr pic.twitter.com/s5CW0fnfeo
— Espacio Público (@espaciopublico) April 18, 2022
“Dichos sujetos instigaban al asesinato de personalidades públicas”, escribió Saab a través de su cuenta de Twitter.
En el video se observa a la Sra. Gil, elaborar unas arepas para su venta; mientras una cliente le preguntaba por los rellenos ofrecía la tradicional arepa y de esta manera las vinculaba a jerarcas del régimen.
El detonante fue la arepa «La Viuda»
La vendedora de arepas, al ser consultada por la arepa de Cilia Flores, esposa de Nicolás Maduro, refirió que llevaba este nombre de «La Viuda»; aunque no es viuda, la Sra. Mata respondió «bueno, pero eso es lo que todos deseamos».
Ley Contra el Odio
En 2017 el régimen de Maduro aprobó en la extinta Asamblea Constituyente, una Ley Contra el Odio por la Convivencia Pacifica y la Tolerancia, denominada «Ley Contra el Odio»; que buscó disminuir el volumen de críticas hacia el régimen, y así controlar las redes sociales como último frente de la libertad de expresión en Venezuela.
Dentro de la legislación, establece que las penas pueden alcanzar hasta los 20 años de cárcel para quienes infrinjan la norma.
Y además autoriza el cierre de medios de comunicación, programas radiales y televisión; como multas millonarias a empresas y medios electrónicos que distribuyan mensajes considerados negativos para el régimen.
Amparado en esta figura legal, Maduro ha logrado encarcelar disidentes activos en las redes sociales y a simples ciudadanos, como ocurrió con un bomberos en el estado Mérida; cuando parodiaron un video al referirse que existen semejanzas entre un burro y el presidente venezolano.
Vale destacar que el video considerado como una falta fue realizado hace dos años, pero se volvió viral en las redes sociales en este momento. Dejando a una ciudadana de 72 años detenida.
Lo cuestionables es, por qué en dos años no fue considerado un hecho de odio pero ahora sí. ¿Será que el régimen de Maduro busca mandar un mensaje a la ciudadanía para infundir la autocensura en los creadores de contenidos y humoristas en el país?