Murió el sargento Rafael Neazoa policía acusado por los sucesos de 11A

Falleció este lunes el sargento Rafael Neazoa, uno de los uno de los Policías Metropolitanos acusados por los sucesos del 11 de abril de 2002.

Se encontraba en su casa al momento de su deceso, informan que la causa sería un edema pulmonar. La información la proporcionó  la abogada y esposa de Iván Simonovis, Bony Pertiñez, a través de sus redes sociales.

“El Sargento Mayor Rafael Neazoa, uno de los funcionarios de la Policía Metropolitana injustamente encarcelados por los hechos del 11 de abril de 2002 y acusado por Luisa Ortega Díaz. Murió en su casa, por un edema pulmonar. Pidió auxilio, pero no lo atendieron. Descanse en paz Sargento”, escribió en Twiiter.

Previo a la muerte del funcionario, Laura Pérez, exesposa del preso político Luis Molina, en el 2021 denunció que los tres policías que se encontraban en Ramo Verde habían sido trasladados a Barquisimeto.

¿De qué acusaban a estos policías?

Ese 11 de abril, miles de caraqueños salieron a la calle temprano para pedir la renuncia de Hugo Chávez, pero también se concentraron fieles seguidores del chavismo. Funcionarios de bajo rango fueron sentenciados por supuestamente atacar a ciudadanos. Debido a un hecho donde fallecieron 19 personas por impacto de bala.

La mayoría de los funcionarios fueron condenados desde 3 a 30 años de prisión y solo uno quedó absuelto. El régimen los ha considerado a través de los años como golpistas. Mientras que para la oposición han sido héroes. Es que el gobierno asegura que las vidas perdidas allí se estaban defendiendo de los cuerpos policiales.  A pesar de que existe un video grabado por la cadena de televisión, Venevisión, donde muestra otra cara.

¿Qué pasó el 11 de abril de 2002 en Venezuela?

El 11 de abril de 2002, la población civil salió a la calle a exigir la renuncia del Presidente Hugo Chávez. Poco más tarde, Chávez decidió activar el Plan Ávila. Una medida militar que implicaba combatir a ciudadanos desarmados con tanques y armas de guerra.

Los venezolanos vieron consternados cómo un funcionario electo vaciaba su arma en dirección a una marcha de la oposición a plena luz del día. Vieron tanques rodando por las calles de Caracas, escucharon al general de mayor rango de las fuerzas armadas anunciar la renuncia del presidente Chávez y vieron a una camarilla de derecha tomar el control total del estado.