Más de 600 presos del Centro Penitenciario de la Región Andina se declararon en huelga de hambre

El pasado viernes la ONG Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), denunció que más de 600 presos se declararon en huelga de hambre en el Centro Penitenciario de la Región Andina, en el estado Mérida, Venezuela, ya que ellos protestan por la escasez de alimentos «los maltratos hacia sus familiares, brotes de enfermedades y falta de asistencia médica». 

En la nota de prensa publicada por la ONG, aseguran que “la comida que les dan” a los reos “en el penal es insuficiente y, al igual que en otros centros carcelarios, el menú del día es sopa de bollo (agua de harina de maíz) o arroz sin ningún acompañante”.

La ONG también aseguró que los presos no han recibido los alimentos «que les son provistos por sus madres, hermanas o esposas, los cuales son prácticamente su único sustento”.

Brote de enfermedades

Los presos también denunciaron que dentro del centro penitenciario hay un “brote de enfermedades como hepatitis, dengue” y que además no «cuentan con asistencia médica por parte del Ministerio del Servicio Penitenciario”.

Maltrato a sus familiares

Los privados de libertad  que se declararon en huelga de hambre, denunciaron que la junta directiva del Centro Penitenciario de la Región Andina, disminuyó el horario de la visita y que cuando reciben a sus familiares o amigos, los mismos «no tienen acceso a los sanitarios». 

Los familiares deben esperar hasta terminar su horario de visita para salir del penal y poder hacer sus necesidades. Los perjudicados exponen que en su mayoría se trata de madres y abuelas, personas de la tercera edad, quienes no pueden postergar hacer sus necesidades. 

En el informe, también aseguran que los presos se quejan ya que se han dado cuenta que durante las visitas conyugales, las mismas son grabadas por el «personal de custodia” de la cárcel.

Familiares protestan

El pasado lunes 8 de noviembre, a las afueras del Circuito Judicial Penal del estado Mérida, se reunieron los familiares de los presos que se encuentran en el Centro Penitenciario,  y protestaron el retardo procesal, irregularidades judiciales, falta de comida y de atención médica, brotes de enfermedades por condiciones de insalubridad e irrespeto a las visitas de los mismos.

Luz Marina Manrique, quien tiene un hijo que se encuentra privado de libertad desde hace cinco años, denunció que el juicio del joven inició con excesivo retardo procesal y que el juez asignado para el caso ha actuado de forma parcializada

(El juez) está parcializado con la parte contraria. No se están cumpliendo las leyes. La defensa tuvo que desistir, no asistir más a la sala, porque de verdad lo que estaba haciendo el juez era incorrecto. El Fiscal se le fue a golpes a la defensa.

Esta madre venezolana hizo un llamado a las autoridades para que envíen una comisión de funcionarios a Mérida y revisen las irregularidades que ocurren en los distintos centros de detención. Además, le pidió a la directora del Centro Penitenciario de la Región Andina (Cepra):

No se deje comprar, no se deje vender. Ya basta de tantas injusticias.

Protesta de los familiares de los presos. Cortesía: El Pitazo

¿Comenzó la huelga de hambre?

El portal El Pitazo, aseguró que se comunicó con la hermana de un preso recluido en el Cepra, luego de que la ONG informara que habían iniciado el día anterior una huelga de hambre.

Según la hermana de esta persona, la huelga de hambre no llegó a hacerse porque todos llegaron a un acuerdo con la directora del penal. Pero, ahora exigen que el subdirector del penal sea destituido. La huelga de hambre sigue siendo una amenaza de presión a las autoridades.

Yo pude hablar con mi hermano ayer y me dijo que no hicieron la huelga de hambre porque hablaron con la directora para que se volviera a permitir el ingreso de comida al retén, que había sido suspendido por el subdirector. Ese subdirector, llamado Teylor, es quien le viola los derechos a los presos y maltrata a los familiares. Me dijo mi hermano que redujo el tiempo de las visitas semanales y prohibió las visitas conyugales.