Las Hernias…una amenaza latente

Una hernia se forma cuando existe una debilidad en la pared muscular del abdomen que deja pasar al peritoneo, una especie de bolsa donde se encuentran contenidas las diferentes vísceras del abdomen. Este segmento del peritoneo, que sale a través de esta debilidad, se le llama saco herniario y junto con él se viene parte del contenido de la cavidad abdominal, como por ejemplo las asas intestinales conocidas popularmente como tripas, puede ser intestino grueso o delgado, también el epiplón que es como un delantal de grasa que se encuentra por delante de los intestinos, otras veces puede salir parte de la vejiga e incluso un ovario.

Inguinales

Los conductos inguinales son como unos túneles, a través del cual pasan los testículos, cuando desciende desde el abdomen, que es el lugar donde se forman, para llegar a su sitio definitivo, las bolsas escrotales, por lo tanto, en los conductos inguinales están todos los vasos, nervios y otros elementos que van o vienen de los testículos. El conducto inguinal se encuentra en la parte inferior de la pared abdominal siendo uno de los sitios más débiles y donde con más frecuencia se producen las hernias, por lo que se denominan hernias inguinales.

Entre las causas por las que se forman las hernias inguinales tenemos, las hereditarias, la obesidad, los músculos flácidos, esfuerzos continuos que generan aumento de la presión abdominal como en el estreñimiento o los tosedores crónicos, también personas con oficios que demandan grandes esfuerzos físicos, entre otras.

Amenazas

La mayor amenaza que representa la hernia, es que, ante un esfuerzo importante, que aumente la presión abdominal, como por ejemplo cargar un peso, empujar un vehículo o  un acceso de tos,  puede salir más contenido del habitual hacia el saco herniario, acuñándose y quedándose atascado, sin la posibilidad de que el mismo regrese hacia la cavidad abdominal.

Todo esto desencadena un proceso inflamatorio que hace cada vez menos factible reducir este contenido de manera manual o espontánea, con el agravante de ir comprometiendo la circulación sanguínea del órgano atascado, que en caso de ser un asa intestinal, se va a necrosar y perforar dando origen a una letal peritonitis infecciosa con obstrucción intestinal que ameritan cirugía de emergencia teniendo altas posibilidades de múltiples complicaciones e incluso el fallecimiento.

Para evitar todas estas complicaciones, una vez que se hace el diagnóstico de hernia inguinal, se debe planificar su intervención de manera electiva, es una cirugía muy sencilla y mínimamente invasiva, que incluso puede ser ambulatoria.

Se trata de regresar el contenido del saco herniario hacia la cavidad peritoneal, para luego reparar el defecto y colocar una malla bio compatible la cual genera una intensa fibrosis que le da gran fortaleza al punto donde se encontraba la debilidad.

Debemos tener la consciencia de que si tenemos una hernia esta se puede complicar en el momento que menos lo imaginamos y en las circunstancias más adversas, y que, al postergar la cirugía con el paso del tiempo, van apareciendo diferentes patologías que aumentan el riesgo de complicaciones.

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