La temida circuncisión

Sentado frente al escritorio del Dr. Andrade, la cara de Fortunato reflejaba su miedo y preocupación, las preguntas se le atropellaban unas contra otras en su mente, inhibiendo su habitual fluidez para hablar, tomo aire profundo, trato de calmarse, mientras el doctor continuaba la conversación iniciada en la sala de examen.

El Dr. Andrade

le explicaba nuevamente a Fortunato que la dificultad que presentaba para retraer su prepucio obedecía a la presencia de un anillo que se había formado alrededor del mismo y que recibía por nombre anillo fimótico. Esta nueva alcabala, requería ser vencida para lograr retraer el prepucio, generando micro fisuras con cada maniobra, con el consecuente dolor e inflamación tan ingrata, martirizado por esta, a diario.

Miedo a la circuncisión

Fortunato le insistía al doctor, si no era posible un tratamiento con crema o pastillas para solucionar la situación, en vez de estarlo “mochando”. El Dr. Andrade, con mucha paciencia le explicaba nuevamente que se trataba de una cirugía menor y ambulatoria, es decir, el mismo día regresaría a su casa, con ciertas molestias que pronto cederían.

Fortunato era diabético, tratado con pastillas desde hacía ya unos años, acababa de cumplir las 56 primaveras, estaba casado y aún el fuego de la pasión se hacía presente en su habitación, por lo menos una vez a la semana, pero desde que comenzaron los dolores y la inflamación de su miembro, estaba prácticamente, fuera de combate.

Fimosectomía o circuncisión

Fortunato, después de toda la explicación repetida varias veces por el Dr. Andrade acepto con resignación el procedimiento propuesto y posterior a realizar los exámenes pre operatorios fue ingresado a la clínica de la Gran Avenida, donde el Dr. Andrade le practicó la temida cirugía conocida con el nombre de fimosectomía o circuncisión.

Unas semanas después la cicatrización del miembro de Fortunato, había sido perfecta, sin mayores molestias, todos los puntos de sutura se habían reabsorbido y nuevamente la pasión regreso a su habitación.

La fimosis

es la presencia de un anillo fibroso en la piel que cubre el glande denominado el prepucio, la misma, al ser retraída durante la erección y las relaciones, tiende a fisurarse, lo que posteriormente cicatriza y reduce aún más la capacidad de dicho anillo de retraerse, tornándose en un ciclo vicioso que atormente y limita al hombre que la padece.

En frecuentes ocasiones esta condición está presente de nacimiento y en otras se observa de manera adquirida por diferentes condiciones patológicas, entre ellas la diabetes.

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