La comida rápida en Caracas sobrevive sólo en semana flexible
Para aquellos que se dedican a la gastronomía y su venta en Caracas, se les ha vuelto un trabajo más duro en pandemia y más con un régimen que controla su venta entre semanas.
Un sin fin de caraqueños se quedaron sin trabajo por culpa de la pandemia, algunos optaron por la gastronomía, y vender lo mejor que pueden hacer dentro de una cocina.
Por otro lado, están los que siempre se han dedicado a la comida rápida y sin duda los más afectados. A ellos los obligan abrir una semana si una semana no, lo que golpea por supuesto su bolsillo.
Para algunos capitalinos las opciones de comida rápida sale mejor que comer en casa
Desde la pandemia las ofertas de comida callejera han aumentado, y muchos prefieren gastar unos dólares y llenar el estómago con un perro caliente, que comprar para una cena que puede salir en casa tres veces más cara.
Así lo cuenta Chuo, un vendedor de hamburguesas y perro calientes en el este de Caracas:
«Aquí la gente viene con su sencillo en dólares y se come su perro caliente, y para ellos ese es un almuerzo económico, sólo que nada más podemos venderles en semanas flexible, porque pasa la policía y nos multa si trabajamos en semanas radicales».
Chuo ha dedicado parte de su vida a tener su carrito de hamburguesas y explica que desde hace medio año es que se está moviendo el puesto.
«Primero la gente tenía miedo de comer en estos puestos por el Covid, luego la policía nos matraqueaba para trabajar y cada vez eran más difícil las ventas, pero todo se ha ido calmando».
Llegó a pensar en cerrar su puesto, cada vez era más difícil lidiar con tantas trabas sociales.
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Los costos
Un perro caliente sencillo puede costar un dólar y la hamburguesa más básica desde tres dólares en adelante.
También hacen combos de comida para llamar la atención y aumentar sus ventas.
Sin duda alguna es de las opciones más económicas para quienes optan por comida en la calle.
