Genética en la nutrición
El ser humano siempre se ha preocupado por su nutrición, esta desarrolla a nuestro organismo y además nos provee de buen estado de salud. El estado nutricional es la interacción entre la información genética de cada persona; su medio físico, biológico, emocional y social.
La dieta es el conjunto de alimentos que cada ser vivo toma habitualmente. Y desde el punto de vista genético es un factor ambiental que afecta el estado de nutrición de los individuos; haciéndose visible en la incidencia de algunas enfermedades en una población determinada.
De la integración entre la nutrición y la genética nace la genética nutricional
que se encarga de estudiar la interacción que existe entre nuestros genes con los alimentos. Las variaciones en la expresión de los genes, no sólo dependen de los genes en sí mismos; sino que también están ligados a otros factores como el sexo, condiciones prenatales, crecimiento, embarazo y vejez. Así como la composición corporal y capacidad aeróbica de cada individuo.
Se distinguen entonces, la nutrigenética y la nutrigenómica.
La nutrigenética
Busca estudiar o explicar cómo nuestros genes, que son únicos para cada individuo, condicionan el estado nutricional, en función de la dieta. La nutrigenómica, en cambio, busca comprender como nuestra alimentación tiene influencia sobre la expresión y regulación de nuestros genes.
Entonces, de la nutrigenética nace la idea de “nutrición personalizada” o “nutrición individualizada”, es decir, como nuestra genética influye en el metabolismo de los alimentos y sus nutrientes (como los descomponen y aprovechan), en otras palabras, el efecto que tiene nuestra variación genética y la interacción que se da entre dieta y enfermedad.
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No asimilamos de igual forma los alimentos
La nutrigenética ofrece la posibilidad de personalizar la nutrición de acuerdo con la constitución genética de los consumidores. Un ejemplo clásico serían los individuos con diferentes valores de colesterol sérico y presión arterial aun cuando mantengan una dieta igual (estándar). La diferencia entre estos valores es debida a sus variaciones genéticas intrínsecas.
Los requerimientos de los distintos nutrientes
nunca son los mismos de una persona a otra; parte de esto se debe a las diferencias que hay entre los sexos, también influyen la edad, el tamaño corporal, la actividad física y la presencia de embarazo o lactancia, es decir, la variabilidad.
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— Dr. Santiago Espinosa (@fiteligente) December 20, 2021
No obstante, por esta razón, aun cuando se lograsen homogeneizar estos factores seguirían permaneciendo las diferencias genéticas.
De esta manera, cuando se hacen recomendaciones de ingestión de nutrientes a la población, lo que se pretende es cubrir las necesidades de aproximadamente el 95% de las personas sanas; pero para hacer recomendaciones individualizadas, aumenta la complejidad del asunto y se requiere más información de los diferentes subgrupos para lo cual se deben realizar perfiles genéticos y observar sus diferencias y sus interacciones con las dietas.
La nutrigenómica quiere proporcionar un conocimiento molecular sobre los componentes de la dieta que contribuyen a la salud, mediante la alteración de la expresión de genes, esto según la constitución genética individual (que alimentos consumir).
Por ejemplo:
Hasta hace poco no era recomendable consumir aguacate diariamente hasta que se realizó un estudio y se demostró el papel de los ácidos grasos poliinsaturados en la expresión genética de las proteínas y enzimas claves para su oxidación y utilización como energía, y así se identificó la ventaja que tenía consumirlo.
Para comprender la nutrigenómica, un concepto básico es que la progresión desde un estado sano a un estado de enfermedad (disfunción crónica), puede explicarse por cambios en la expresión de nuestros genes o por diferencias en las actividades de proteínas y enzimas que los componentes de la dieta directa.
De los Alimentos
En los alimentos existen componentes bioactivos que pueden influir en la expresión de algunas moléculas antinflamatorias. En los últimos dos años, derivado de la pandemia, se han ideado dietas que contribuyen a la expresión de genes que ayudan a disminuir la inflamación que produce el virus SARS CoV-2 responsable de la enfermedad Covid-19.
Las interacciones entre el nutriente y el gen pueden variar dependiendo de la etapa vital en que se encuentre el organismo, por lo tanto, es indispensable considerar la naturaleza dinámica del individuo.
Existe evidencia de que el ambiente prenatal puede influir en la fisiología postnatal.
Esto ha llevado a la necesidad de promover la salud y la nutrición en mujeres en edad reproductiva, considerándolo un elemento importante para la prevención de enfermedades crónicas, tanto en la prole como en ellas mismas.
En resumen,
la nutrigenética ofrece la promesa de personalizar la nutrición en función de la constitución genética del individuo, a partir del conocimiento de las variaciones en los genes y del metabolismo del nutriente. Mientras que, la nutrigenómica nos ofrece el conocimiento de cómo los alimentos influyen, dependiendo del ciclo de vida en que se encuentre el organismo, en la expresión de genes, y su consecuencia dentro de la salud-enfermedad.
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