|

El polémico gabinete paralelo de venezolanos en el gobierno de Bukele

En El Salvador, el presidente Nayib Bukele tiene un gabinete oculto conformado por venezolanos, que a pesar de no tener cargos formales están muy cerca del presidente y de la toma de decisiones importantes  más arriba que los  propios ministros del país.

Esos venezolanos estarían directamente vinculados con el interinato, conformado por Juan Guaidó y, según ha desvelado la prensa salvadoreña, darían órdenes a los ministros del país desde febrero del año pasado. Otro grupo dirigía directamente desde la Casa Presidencial (Capres) la realización de propagandas para el Órgano Ejecutivo y el partido Nuevas Ideas de Bukele.

Sin miedo al público       

Estos venezolanos, que han estado vinculados al interinato de Venezuela y con los más visibles líderes de la oposición venezolana, no mantenían oculta la información y en sus redes sociales y varias veces hasta alardearon e hicieron énfasis en trabajar para el Gobierno de El Salvador. Además, se les ha visto en fotos y eventos.

La confirmación llega de parte de la fuente oficial  que son tres funcionarios y dos empleados de este Gobierno que son testigos del trabajo de este grupo, junto a un empresario que ha visto la gestión del clan de Bukele dar órdenes y resolver asuntos oficiales de la nación.

¿Quiénes son los venezolanos con poder en El Salvador?

En la cabeza del organigrama no oficial se encuentra Sarah Hanna, personaje conocido oficialmente en el mundo como la asistente de Leopoldo López y Lilian Tintori; ahora mandamás en el gobierno de Bukele y quien debería ser la comisionada de Operaciones del Gabinete, Carolina Recinos.

La persona de mayor confianza de Hanna es Miguel Sabal, quien se encarga más que todo de los temas logísticos y para reclutar a otros venezolanos en Caracas para que trabajen con el Gobierno salvadoreño.

Luego vienen otro grupo que se encargan de asesorar en otras áreas: Miguel Arvelo se encuentra en el área de salud; Roddy Rodríguez en el área económico; Juan Carlos Gutiérrez, Educación y Cancillería; Santiago Rosas ha estado a cargo de la elaboración del Plan de Control, en los temas de transparencia, enlace con la Corte de Cuentas y la Cicíes, nunca ha sido presentado públicamente, reseñó El Faro.

También está Ernesto Herrera que se ha desempeñado como asesor en el Ministerio de Seguridad y María Alejandra García estaba como asesora de Capres, en protocolo. Actualmente se encarga de coordinar, junto a su pareja, Tomás Hernández, el Programa de Emergencia Sanitaria (PES).

La cabeza del segundo grupo es Lester Toledo, quien ha trabajado para Nuevas Ideas, pero a quien el Gobierno encomendó diseñar el PES, como herramienta de organización del territorio.

Las acciones de propaganda en redes sociales son coordinadas por el equipo de Toledo, que incluye a su hermano Lender y a Esteban Vicuña, en coordinación con Hanna.

No dan la cara a declaraciones

El medio El Faro, reconocido por sus trabajos en periodismo de investigación, contactó a todos ellos, pero ninguno respondió y Vicuña solo ignoró las llamadas para realizar las entrevistas. No pueden ser entrevistados bajo el nombre del Gobierno de Bukele porque no son miembros oficiales, además de que han negado en múltiples ocasiones que exista tal gabinete.

Capres justamente negó que hubiesen contratos con estos venezolanos, sin embargo, una fuente de El Faro reveló que el dinero que cobraban venía de la Dirección y Administración Institucional/Administración General de la Secretaría Privada de Presidencia de la República, y que todos ellos tendrían sus respectivos contratos como asesores.

Juan Carlos Gutiérrez es el apoderado de presidente interino Juan Guaidó para rastrear la riqueza que se fugó de Venezuela y lograr recuperar la relación de la Unión Europea, con el interinato. responsabilidad que estaría compartiendo con sus labores en El Salvador, pero de la que los venezolanos desconocían detalles.

El abogado no quiso emitir declaraciones, alegando que  “por razones éticas y legales no puedo suministrar más información”.

Toledo, la pieza clave

Tres fuentes salvadoreñas que tuvieron conocimiento de las discusiones en el Alto Gobierno confiaron al portal de investigación que el arquitecto del Programa de Emergencia Sanitaria (PES) fue Toledo.

El zuliano, que ha sido señalado por periodistas venezolanos de ser presuntamente responsable de lo que pasó con la Ayuda Humanitaria que se almacenó en Cúcuta para tratar de llevarla a Venezuela y de otros hechos que han tenido poca claridad, tiene gran peso en el gobierno de Bukele, tanto que fue justo quien,  con su empresa Salto Ángel Consulting, dirigió la campaña del partido de Buele para las elecciones legislativas, en las que conquistó 56 de 84 escaños de la Asamblea.

Toledo, por su experiencia con la multimillonaria ayuda humanitaria que se recibió para Venezuela, fue quien se encargó de coordinar la logística del empaque y distribución del programa de entrega de ayudas para salvadoreños que era manejado por los venezolanos, indicó El Faro.

Tomás Hernández, quien se encargaba de coordinar las compras para ese programa, además sería el asesor que transmite las órdenes a los titulares del gabinete económico, sin que él sea economista y sin que los salvadoreños conozcan cuál es la experiencia que le acredita en el área.

«En un boletín de la Universidad Católica Andrés Bello lo presentan como ingeniero, y en la descripción de su cuenta de Twitter dice que tiene una maestría en Ciencia Política», señaló el medio.

También precisa que un funcionario que conoció las discusiones de febrero de 2020 para construir un “Fondo de Emergencia” de $2,000 millones en préstamos, aprobado por la Asamblea el 26 de marzo, dijo que los venezolanos tuvieron un rol protagónico en incluir un párrafo del borrador del decreto que establecía como uno de los destinos del dinero el reparto de canastas de alimentos, justamente el programa del que ellos tendrían control.

“Desde el inicio, los asesores venezolanos insistieron en las reuniones de planificación sobre los beneficios que podía tener la entrega de estas canastas para la campaña legislativa y municipal de 2021”, dijo una fuente al medio salvadoreño.

En el área de entrega de alimentos, Toledo y su equipo ya en el pasado han sido señalados por inconsistencias en las informaciones ofrecidas sobre las condiciones y el destino de la ayuda humanitaria obtenida con aportes milmillonarios de la comunidad internacional para colaborar con los venezolanos que padecen por la maldad del régimen comunista de Maduro y la incapacidad de los funcionarios del interinato -al que perteneció el asesor de Bukele- para afrontar y resolver de manera efectiva los problemas.

Su participación en el programa de los paquetes de alimentos en El Salvador quedó reflejadas en unas imágenes que el propio Toledo compartió en sus redes sociales.

En esta imagen, revela El Faro, el venezolano está frente a funcionarios del gabinete de Bukele que participaron en la compra millonaria, importación y distribución de los paquetes de alimentos.

Venezolanos sin saber del peso de líderes opositores en El Salvador

Para la mayoría de los venezolanos son desconocidas las actividades de estos líderes de la oposición y de militantes del partido Voluntad Popular.

Desde el escándalo por el incierto destino de los alimentos, artículos de aseo, equipos e insumos médicos de la ayuda humanitaria para Venezuela, Toledo dejó de estar tan activo con la situación y temas de Venezuela.

Los cuestionamientos nunca fueron tomados en cuenta para iniciar investigaciones independientes que pudiesen determinar quiénes, cuándo, cuánto y dónde recibieron la ayuda humanitaria. Esa información siempre terminó estando clasificada.

Aunque hubo una investigación de Transparencia Venezuela sobre el manejo de los fondos recibidos para atender la situación de los militares y policías venezolanos que desertaron y pasaron a Colombia, no se abordó el tema del reparto de la ayuda humanitaria para los venezolanos.

Según el equipo de Toledo, las toneladas de alimentos e insumos médicos donados por gobiernos de diversos países  habrían sido entregadas en Cúcuta mediante operativos en las calles y a través de ONG aliadas,  pero en esa ciudad durante 2019 y 2020 nunca se produjeron ni grandes despliegues logístico ni largas colas de venezolanos que fuesen a buscar lo que el interinato aseguró que fue repartido.

En el binacional Puente Tienditas fueron habilitados tres inmensos galpones para almacenar la ayuda humanitaria que no pudo ingresar a Venezuela.

De toda esa comida y de la que estuvo retenida en aduana esperando la aprobación para el ingreso a Colombia, no se conocieron detalles, del tema ya nadie habló nunca más.