El loco del martillo asesinó a su familia: Esta condenado a cadena perpetua

Aunque la pena máxima no es suficiente para que pague los asesinatos que cometió en Perú, Alex Maquera Atencio fue sentenciado, en el 2004, a cadena perpetua por homicidio calificado y violación contra una menor, así como al pago de una indemnización civil a favor de los herederos de los agraviados.

Visiblemente tranquilo, Alex Maquera Atencio, mejor conocido como “El Loco del Martillo”, ingresó a la Sala de Audiencias del Penal de Pocollay en la ciudad de Tacna en Perú, a escuchar la lectura de su sentencia, por los homicidios que había cometido meses atrás. “Nadie me ayudó en las matanzas, yo sólo lo hice, nadie me contrató”, aseguró el acusado en una declaración a la prensa local.

Mientras se efectuaba la lectura de su sentencia, familiares de las ocho víctimas del “Loco del Martillo”, se mantuvieron en las puertas del Penal de Pocollay exigiendo la pena máxima para Alex Maquera Atencio, quien hoy permanece en prisión.

Según los testimonios de quienes lo conocían, Alex era un estudiante de medicina tranquilo que hablaba poco y soñaba con ser cirujano plástico. Los médicos, luego de practicarle varios análisis, dijeron que había rastros de cocaína en la sangre del sujeto y los psiquiatras lo declararon psicópata. Para la policía se trata sólo de otro criminal sin escrúpulos.

Los Crímenes 

Los crímenes ocurrieron durante unos diez meses. La primera víctima fue su mejor amigo y luego siguieron su hermana, su cuñado y sus cuatro sobrinos. Cuando las amistades le preguntaban a Alex, quien al momento de su captura tenía sólo 25 años de edad, por su familia, él simplemente respondía que estaban de viaje en Arequipa.

Su última víctima fue un comerciante, pero la verdadera historia tardó meses en salir a la luz pública y se conoció cuando la policía peruana llegó al barrio Gregorio Albarracín de la población de Tacna, donde vivía el joven e inescrupuloso estudiante de medicina. Sólo sus afiches satánicos le hacían compañía.

Sospechaban que algo tenía que ver con la desaparición de un comerciante llamado Fidel Mina Mamani, pues su esposa lo había visto por el negocio, tratando de venderle una nevera a su marido, pero lo que, realmente lo delató, fue su contradicción a la hora de responder las preguntas de la policía sobre el paradero del comerciante.

Un martillo: Su herramienta para matar

Empezó entonces el escalofriante relato. Maquera confesó que mató a martillazos, 30 por lo menos, al comerciante Mamani y que minutos antes de que llegara la policía pensaba descuartizarlo, con una sierra y otras herramientas que acababa de comprar en la ferretería.

El interrogatorio se extendió y Alex decidió contar la verdad. Dijo que a su hermana Priscila Maquera (34) y su esposo Rafael Pezo (36), también los asesinó a martillazos el 15 de marzo del 2004 y que al día siguiente, hizo lo mismo con sus cuatro sobrinos: Amelia (13), Jackeline (7), Iván (17) y Diego (12).

Según su propia confesión, el 15 de marzo del 2004, Maquera buscó a su hermana para pedirle dinero. Sabía que ella acumulaba varios miles de dólares fruto de los ahorros obtenidos en el negocio familiar de venta mayorista de pollos en los mercados de Tacna. Como la mujer se negó a darle el dinero la mató a martillazos.

Dio muerte a su familia por dinero

Luego le cortó la yugular y dejó que se desangrara. Un minuto después, subía las escaleras para acabar con la vida de su cuñado, Rafael Pezo Gutiérrez. Lo atacó con el martillo una y otra vez hasta dejarlo tendido en medio de su dormitorio y rematarlo a cuchilladas. El homicida rebuscó en la habitación de sus víctimas y tomó 2 mil dólares que encontró guardados en una repisa.

A la mañana siguiente, continuó la matanza. Ingresó a los dormitorios de sus sobrinos y los atacó a martillazos. Amelia, la adolescente, fue violada por Maquera mientras agonizaba. “Debía matarlos porque ellos extrañarían a sus padres y  yo no podía permitirlo”, dijo Alex Maquera.

Los seis cadáveres fueron extraídos de la fosa que hizo cavar Maquera en el patio de la casa de su hermana, en el barrio Mariscal Cáceres. El fiscal Oscar Ponce Begazo dijo que los cuerpos tenían los cráneos destrozados y estaban envueltos en frazadas amarradas con sogas.

Cuando los cuerpos fueron desenterrados, Alex Maquera estuvo presente. Mostró una serenidad y un cinismo espeluznantes, “propios de una mente insana en la que parece que no hay muestras de arrepentimiento por los crímenes cometidos a sangre fría”, comentó el fiscal, quien no descartaba la aparición de más víctimas.

Al parecer, todos los asesinatos estuvieron motivados por el robo, pues gastaba grandes cantidades de dinero en drogas o salidas nocturnas.

Tal como muchos asesinos en serie, Alex Maquera Atencio se inspiró en una película para cometer sus horribles crímenes, un film tipo pornográfico que guardaba celosamente en su cuarto. Personal policial halló el violento material fílmico en su domicilio, se trataba de la cinta peruana “Vedettes al desnudo”, cuya trama fue vista por un grupo de investigadores. También hallaron otras películas de dibujos animados con excesiva violencia.