El Istmocele: Un problema crónico y de solución rápida

Con el avance en la medicina y el aumento en la seguridad de los procedimientos quirúrgicos y de la atención perinatal, han aumentado paulatinamente la atención de parto por cesárea. Y ante el riesgo de ruptura de la cicatriz previa en un segundo embarazo, no es infrecuente la nueva realización de una cesárea. Si bien esto permite la planificación del nacimiento del futuro bebé, no está exento de complicaciones y de trastornos a largo plazo.

Hablemos entonces de la más frecuente, y esta es, el manchado continuo y persistente después de la menstruación.

Muchas pacientes notan que con el pasar de los años, y luego de que tuvieron sus hijos, en muchas incluso sólo después del segundo hijo, notan que la menstruación como que tarda en irse. Algunas refieren que incluso quedan manchando una semana.

Este es un síntoma fastidioso, porque las obliga a seguir usando un protector diario, que en muchas casos genera irritación local. Además el uso continuo de estos protectores favorece las infecciones ginecológicas por aumento del calor local, adicionalmente a los cambios que produce el sangrado continuo en el pH vaginal. Así que en muchos casos la paciente no consulta por el manchado continuo, que erróneamente lo percibe como algo normal de la edad, sino que lo hace por infecciones ginecológicas a repetición.

Partos por cesárea

Esto es una consecuencia del parto por cesárea, en muchas pacientes no aparece hasta después de la segunda, pero puede aparecer después de una única cesárea; y como actualmente estas cirugías son más comunes, es por ello que lo vamos viendo en consulta cada vez con más frecuencia.

Lo que ocurre es que la cicatriz que queda en el útero cuando hacemos la cesárea, se va retrayendo con el tiempo, y genera una cavidad secundaria dentro del útero donde se retiene sangre de la menstruación, y luego esta sangre retenida va saliendo muy lentamente. Esta cavidad secundaria la llamamos Istmocele, que significa cavidad en el istmo, que es el lugar del útero donde practicamos la cesárea.

El diagnóstico va apareciendo en el interrogatorio, cuando le preguntamos a la paciente sobre cómo son sus menstruaciones y aparece este síntoma del manchado continuo tan molestoso, pero que en la mayoría no les había hecho consultar. Luego, al realizar el ecosonograma pélvico en la consulta, podemos ver esa zona con líquido en el Istmo uterino, que sugiere la presencia de esa cavidad.

Solución sencilla

Para hacer el diagnóstico definitivo debemos hacer una Histeroscopia, que no es más que un estudio endoscópico del útero. Es un método sencillo, que se realiza en consultorio y en el que vemos esta cavidad ya comentada usualmente con sangre que persiste dentro de la misma.

La buena noticia es que tiene solución, para ello, en quirófano, rebajamos la zona que retiene sangre y esta logra drenar por completo nuevamente en cada menstruación. Es un procedimiento ambulatorio, sencillo, sin cicatrices.

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