EL ANGEL NEGRO: El criminal con más delitos imputados en Argentina

Carlos Eduardo Robledo Puch nació en Buenos Aires, Argentina, el 22 de enero de 1952. Es un asesino serial y sociópata argentino, considerado uno de los mayores criminales en su país.

Apodado El Angel Negro por los diarios nacionales, fue condenado por:

  • 10 homicidios calificados
  • Un homicidio simple
  • Una tentativa de homicidio
  • 17 robos,
  • Una violación
  • Una tentativa de violación
  • Un abuso deshonesto
  • 2 raptos
  • 2 hurtos

Se trata de la persona con más delitos graves imputados en esta nación suramericana.

Está detenido desde 1972, tras ser juzgado y condenado a cadena perpetua, la pena máxima en Argentina. Sus últimas palabras ante el tribunal de la Sala 1ra de la Cámara de Apelaciones de San Isidro fueron: “Esto fue un circo romano. Algún día voy a salir y los voy a matar a todos”.

UN JOVEN CRIMINAL

Hijo único de José Robledo y Aída Puch, Carlos Eduardo Robledo Puch, crece dentro de una familia de clase media muy religiosa. Desde pequeño muestra talento para diversas actividades: toca el piano y habla varios idiomas. Pero en la escuela tenía problemas con sus compañeros y con sus profesores porque rechazaba cualquier autoridad.

A los 15 años se hace amigo de Jorge Antonio Ibáñez, otro chico problema. Empiezan a experimentar con lo prohibido, robándose cosas pequeñas de la escuela; hasta que Robledo Puch roba una motocicleta y con ella se dedica a escandalizar por su barrio.

Luego, el par de jovencitos robó una joyería, aunque el botín era poco valioso. Se dedicaban a visitar los boliches locales y Robledo consigue sus primeras citas amorosas. Su aspecto es andrógino y se nota aniñado, pero eso lo vuelve atractivo para algunas chicas. Aunque nunca lo menciona, él prefiere a los chicos.

CARRERA CRIMINAL

Ibáñez era ya un consumado ladrón, dedicado a robar automóviles. Invita a Robledo y dan algunos golpes menores. Gastan sus ganancias en emborracharse y contratar prostitutas.

El 10 de enero de 1970, Robledo se marcha de la casa de sus padres y compra un Fiat 600. Lo usa para participar en carreras callejeras, pero quiere un automóvil más potente.  Así que, junto a Ibáñez, decide robar una casa de repuestos, la madrugada del 03 de mayo de 1970.

En dos camas separadas dormían el encargado, apellidado Bianchi, su esposa y su hija. Robledo sacó su pistola y  le pegó dos balazos a Bianchi, matándolo al momento. Su esposa recibe otros dos tiros y él comienza a vaciar la caja registradora. Mientras tanto, Ibáñez se precipita sobre la esposa herida de Bianchi y la viola. Cuando salen, llevan 350 mil pesos, una palanca de cambios y dos instrumentos de medición para el Fiat.

Robledo y su amigo Ibáñez robaron un bar y descubren a dos hombres durmiendo a quienes Robledo disparó repetidas veces, matándolos. Robledo Puch conoció a Héctor Somoza, un chico de 17 años a quien decide invitar a formar parte de su banda; sin embargo, Ibáñez no simpatiza con el nuevo socio.

Luego Robledo e Ibáñez robaron un supermercado, donde el llamado Angel Negro, asesina al vigilante.

En los meses siguientes, Ibáñez violó a una jovencita en un paraje solitario; luego la bajó del vehículo y la hizo correr, a la vez que le pide a Robledo Puch que le dispare. Él, le pegó cinco tiros a la chica. La escena se repitió 11 días después con otra chica que recibió siete tiros por la espalda.

El 05 de agosto de 1970, Robledo Puch y su amigo sufrieron un accidente automovilístico. Ibáñez muere y tiempo después, surgen rumores de que Robledo fingió todo para deshacerse de él. Ya sin Ibáñez, Héctor Somoza se convierte en su nuevo compañero criminal.

En noviembre robaron un supermercado en el que Robledo asesinó al vigilante, luego asaltan una venta de automotores, en la que también el sujeto acabó con la vida del guardián. Otro concesionario de carros y otro vigilante asesinado cierra el año para la pareja de delincuentes.

El 03 de febrero de 1972, entran a robar a una ferretería y como siempre, Robledo Puch ejecuta al vigilante.

Otra vez hay un botín pequeño, por lo cual se enfurece y acusó a Héctor Somoza de darle mala suerte, por lo que lo asesina. Con un soplete comienza a quemarle el rostro hasta destruirlo por completo y hace lo mismo con las manos, para que no lo identifiquen. Sin embargo, olvidó llevarse la billetera con la tarjeta de identidad de Somoza.

El cadáver de Héctor Somoza condujo a la policía directamente a Robledo Puch, quien fue detenido frente a su casa. Pasó muy poco tiempo para que se comprobara que era el autor de la ola de robos y asesinatos.

ESCAPE FALLIDO Y CADENA PERPETUA

El juicio duró poco. Es condenado a cadena perpetua y en julio de 1973 se escapó de la cárcel, pero dos días después es recapturado.

Se negó a trabajar en prisión, asumió su homosexualidad y se volvió predicador. El 27 de mayo del 2008, solicitó su libertad condicional, pero un juez se la negó

por considerar que no se ha reformado de manera positiva en ningunos de los aspectos sociológicos necesarios para vivir en libertad. Además de no poseer familiares directos que puedan contenerlo”.

El 31 de agosto del 2011, se le volvió a negar la libertad solicitada.

Cuando Carlos Eduardo Robledo Puch fue detenido, los medios de comunicación de Argentina, lo identificaron con diversos alias, dada la perversidad de sus crímenes:

  1. La Bestia Humana
  2. La Fiera
  3. El Muñeco Maldito
  4. El Unisex
  5. El Carita de Angel
  6. El Verdugo de los Serenos
  7. El Gato Rojo
  8. El Tuerca Maldito
  9. El Chacal 
  10. El Monstruo con Cara de Niño

Sin embargo, uno destacó sobre los demás y se convirtió en su etiqueta: “El Angel Negro”.