Bandas criminales se enfrentan por el control del oro en Bolívar

De acuerdo a los habitantes de la población minera de El Callao, al sur del estado Bolívar en Venezuela; existe una disputa entre dos bandas criminales por controlar totalmente el tráfico de oro en la zona denominada El Perú. Momentos de angustia y tensión es lo que se respira en el territorio minero; donde hasta ahora no existe un pronunciamiento oficial de las fuerzas de seguridad en la región.

Las discordias son de vieja data, por lo que es frecuente ver hechos violentos en las localidades de El Callao, Tumeremo, El Dorado; y los demás pueblos que hacen vida a lo largo de la Troncal 10. Una vía de más de 700 kilómetros que conecta a Venezuela con Brasil.

Por su parte, Transparencia Venezuela, describe que existe una estructura delincuencial que se dedica a la explotación ilegal del mineral y cobro de vacunas. A través de esta actividad criminal, se fija el precio de mercado para la compra venta del oro; y se define cómo trabajar y dónde hacerlo.

El Tren de Guayana y banda El Perú en disputa por el control

Como viene siendo ya costumbre, para estas organizaciones delincuenciales a través de redes sociales difunden amenazas a quienes operan en la zona. En este sentido, el Tren de Guayana pretende tomar el control del territorio dominado por la banda El Perú; lo cual ha traído constantes enfrentamientos, convirtiendo la localidad de El Callao en un campo de batalla. En donde a sus ciudadanos no les queda más que encerrarse en sus casas ante la falta de protección que sienten por parte del Estado venezolano.

A pesar de los reportes de heridos, no hay reportes oficiales de las autoridades locales en relación a fallecidos o heridos, tras los enfrentamientos de las bandas.

«En los pueblos mineros del estado Bolívar, al sureste de Venezuela, se creó una estructura delincuencial; que ha sido apoyada por integrantes del gobierno regional, de acuerdo con denuncias de ex funcionarios de seguridad del Estado», menciona la ONG Transparencia Venezuela.

Insight Crime sobre la lucha por control del Arco Minero

Mediante una investigación denominada «El Dorado de Maduro: Bandas, guerrillas y el oro de Venezuela, publicada por la organización InSight Crime. Se describe como el Estado venezolano ha perdido batalla tras batalla por controlar el Arco Minero del Orinoco, hoy en manos de grupos guerrilleros como el ELN; bandas armadas venezolanas y elementos estatales corruptos que buscan el control del negocio del oro de sangre.

Cada gobernador tiene su mina de oro

Como parte de sus maniobras para atornillarse en el poder, Nicolás Maduro en 2019; anunció que cada gobernador tendría control de una mina de oro para ayudar a financiar sus administraciones. Vale cuestionarse quiénes o quién serían los grandes beneficiados de estas operaciones. ¿Realmente esto se vería reflejado en ayudas sociales o en mejoras del gobierno local?

Aunque, es importante resaltar que ya estas minas entregadas a los mandatarios regionales; ya estaban en manos de los grupos criminales, conocidos como sindicatos. Siendo la banda de Toto (formada en el año 2014), una de las más solidas en operaciones ilícitas; y que ha resistido a los esfuerzos del Estado venezolano.

«En agosto de 2018, los territorios de Toto fueron allanados por unos 200 militares y policías. La operación descubrió espantosas evidencias del reinado de terror de Toto, entre ellas una fosa común que contenía 14 cráneos humanos», señala InSight Crime en su informe.

Según testimonios recolectados por la organización, cuando el general Francisco Rangel Gómez era gobernador de Bolívar; fue cuando ocurrió el nacimiento de dicha banda criminal. Además, sostienen que Rangel era cercano a las bandas con los que se estarían repartiendo el oro por la distribución de las zonas.

Rangel pierde el control

Durante su mandato como gobernador en Bolívar, el general Rangel sostuvo enfrentamientos en El Callao contra grupos criminales, en su momento contra la banda del Toto; un grupo que surgió en el sur de El Perú, territorio minero denominado así en el estado y en donde estaban minas abandonadas por Minerven.

En 2017, Rangel fue obligado a abandonar el cargo de gobernador. Fue reemplazado por Justo Noguera Pietri, una figura de la élite militar de Venezuela.

Para 2020 la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) comenzó a endurecer sus esfuerzos para enfrentar a esta banda; y despojó al Toto del control de su mina. La cual posteriormente fue entregada a la empresa, Sociedad Anónima Minería Binacional Turquía Venezuela (Mibiturven) para que fuera administrada.

En ese entonces, los planes para el sector del oro de Venezuela estaban siendo controlados a nivel nacional.

Nacimiento de bandas criminales

El origen de estos grupos criminales,  de acuerdo a la investigación de Transparencia Venezuela; se ubica en el sector Las Claritas y el Km 88 del municipio Sifontes en el estado Bolívar.

«Allí, Juan Gabriel Rivas Núñez, alias Juancho; Humberto Martes, conocido como El Viejo Humberto; y su hijo, quien lleva el mismo nombre y apellido y a quien apodan Humbertico, comenzaron a imponer el control a fuerza de fuego y sangre», afirma la ONG.

Según el primer teniente del Ejército Nacional, Jesús Leonardo Curvelo, ahora en el exilio.

El control de minas como Cuatro muertos, La Leona, Caolín, Las Cristinas, El Mecate, Morichalito, San Isidro, Morrocoy y Potazo. Como cualquier otro yacimiento aurífero dentro del río Cuyuní, en el perímetro de la parroquia San Isidro, fue gracias a las dotaciones de municiones; dinero y armas que hizo el propio Estado venezolano a través del gobierno regional de Bolívar.

Lo cierto del caso, es que en 2017 la administración de Nicolás Maduro, prometió que el marco legal del AMO sería la «respuesta a la guerra económica»; de las sanciones de la comunidad internacional hacia Venezuela pero la realidad es otra.

Caos, muertes e impunidad es hasta el momento, la mejor ganancia de esta «ofensiva económica» del régimen de Maduro; dejando en evidencia una ruta muy alejada de esa prosperidad pospetrolera prometida a la nación en reiteradas ocasiones.