A la espera de la Corte Marcial: Caso del comandante Víctor Soto Méndez en un «limbo»

Ana Raquel Velásquez, esposa del teniente coronel  Víctor Eduardo Soto Méndez, preso político por presuntamente participar en el insurreccional  «Movimiento de Transición de la Dignidad del Pueblo», mejor conocido como los “Comandantes”, denuncia que el caso  se encuentra paralizado y a la espera de que la Corte Marcial apruebe o no la apelación de sentencia.

El excomandante del 913 grupo de caballería blindada e hipomóvil José Laurencio Silva,

recibió una sentencia de siete años y seis meses de prisión el 16 de diciembre de 2020 por los delitos de Instigación a la Rebelión Militar y Contra el Decoro Militar.

El 12 de febrero de 2021 la defensa interpuso un recurso de apelación de sentencia, resuelto por la Corte Marcial el 28 de julio de 2021, que decidió «anular la sentencia por falta de motivación,  ordenando la realización de un nuevo juicio».

Movida de mata en la Corte Marcial

Sin embargo, 1  de septiembre de 2021 la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia decide avocarse «de oficio», es decir, revisar qué ocurría en el caso, porque la Corte Marcial halló vicios en el caso; incluyendo declaraciones de torturas en las detenciones no tomadas en cuenta.

En el día 29 de ese mismo mes, el TSJ anula la decisión pronunciada por la Corte de Apelaciones y ordenó que una nueva Corte Marcial conociera los recursos de apelación interpuestos por la defensa que causaron el fallo anulado por «vicios en el caso».

Desde finales de septiembre del 2021 el caso está a la espera de esa revisión por las nuevas autoridades. Según explicó la esposa del comandante Soto Méndez, uno de los vicios encontrados para pedir la apelación fue que algunos acusados fueron absueltos y a otros les ratificaron la condena.

Detención y torturas

El comandante Soto Méndez fue detenido sin orden de aprehensión en Barinas el 2 de marzo de 2018, cuando se encontraba de permiso familiar. El día siguiente lo trasladaron a la sede de la Dirección General Contra Inteligencia Militar (Dgcim), en ese lugar recibió torturas y tratos inhumanos.

«funcionarios militares le propinaron tratos crueles y degradantes, tales como: quemaduras en rostro y cuero cabelludo causado por gas lacrimógeno, golpes con vara de metal en los tobillos, sin que hasta la fecha se hayan investigado», denunciaron los familiares.

Su esposa contó que incluso «lo amenazaban con ir a buscarme si no decía qué opositores les habían pagado supuestamente».

En un principio,

fijaron como centro de reclusión para Soto Méndez la Cárcel de La Pica o Internado Judicial de Monagas, allí permaneció tres meses. Luego lo trasladaron a la Cárcel Militar de Ramo Verde, en Los Teques, en ese lugar se encuentra actualmente esperando que su caso lo evalúe la nueva Corte Marcial.

Su estado de salud

El comandante Soto Méndez sufre de hipertensión, cálculos renales. Su esposa detalló que ha sufrido algunos episodios de salud, incluyendo covid-19 en agosto de 2020, pero no ha recibido atención especializada, sólo una comisión de la Cruz Roja que lo ha evaluado.

Ana Raquel Velásquez, contó a Cima360 que no puede ver a su esposo con frecuencia debido a que vive junto a sus hijos en Barinas y la situación país no le permite viajar muy seguido. En la distancia a podido resolver que a su esposo le lleguen enseres y algunas medicinas.

¿Quiénes son los comandantes? 

Los tenientes coroneles Igbert Marín Chaparro (excomandante del batallón Ayala), Eric Peña Romero (exadministrador del hospital militar Carlos Arvelo), Deibis Esteban Mota Marrero (excomandante del batallón blindado Pedro León Torres), Juan Carlos Palmentieri y Víctor Eduardo Soto Méndez (excomandante del 913 grupo de caballería blindada e hipomóvil José Laurencio Silva), detenidos y a la espera de que la Corte Marcial revise el caso.

Absueltos y liberados

En el caso también estaba el teniente coronel (Ej) Henry José Medina Gutiérrez, quien resultó absuelto y retornado a la Fuerza Armada junto al sargento Julio César Gutiérrez y al 1Tte Jeiber Josué Ariza Apolinar, tras dos años de detención. Medina Gutiérrez fue el único de los comandantes liberados, posteriormente se exilió en Estados Unidos.