Venezolanos en el estado Bolívar compran comida con oro (+detalles)
Por la crisis económica que atraviesa el país, los habitantes del sur del estado Bolívar sobreviven con la explotación ilegal del arco minero. Cubren todas sus necesidades al trabajar en las minas, razón por la que establecieron su método de pago paralelo al utilizado en el resto del país.
El oro en gramos, en puntos, en grama o pepitas, en fin, en cualquier presentación es el método de pago de la localidad «puedes pagar todo con oro» son las palabras de los habitantes, quienes están acostumbrados a ver en los establecimientos los precios de los productos expresados en oro. No importa si vas a un hotel, o a un restaurante, o quizás a tomarte un café porque el precio seguirá siendo en oro.
Las tiendas tienen balanzas pequeñas, pero algunos ya se sienten tan cómodos manejando el metal que calculan la cantidad de oro a simple vista ⬇️ https://t.co/2kgc87FRra
— Portafolio (@Portafolioco) October 21, 2021
El día a día en el estado Bolívar
«Es increíble ver que el bolívar no sirve para nada, aquí nadie los quiere ni en físico ni en transferencia. El papel moneda venezolano es utilizado como envoltorio del oro», contó.
«Todas las personas que sean comerciantes, que tengan comercios desde muy pequeños hasta muy grandes, reciben metal», contó en el material audiovisual.
Prostitución a cambio de oro
Una fuente del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello y la Oficina del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello-Guyana, quien pidió anonimato por razones de seguridad, señaló que la mayoría de las ganancias van a parar en manos de los dueños de los establecimientos o de los grupos criminales que ejercen control sobre la zona e imparten justicia. Muchas de las mujeres involucradas en prostitución no sólo deben pagar a estos grupos por protección, sino que también deben usarlos para mediar disputas de pago, según la fuente.
Análisis de InSight Crime
La confluencia entre campamentos de minería ilegal y el alto número de mineros, como ocurre al sur del estado Bolívar, a menudo dan lugar al tráfico sexual.
A lo largo del Arco Minero, que cubre los estados de Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, cerca de las minas, se establecen “currutelas”, como se conoce a los prostíbulos improvisados, y en los pueblos cercanos crecen los establecimientos que prestan también este tipo de servicios sexuales. Sin embargo, no todas las mujeres que trabajan allí lo hacen de forma voluntaria