Claman libertad para Luis Medina Carmona, un civil preso político por la Operación David
Luis Eduardo Medina Carmona, es un civil, cabeza de familia, privado de libertad por el régimen de Nicolás Maduro por supuestos vínculos en el asalto al Fuerte Paramacay, situado en Naguanagua, estado Carabobo, perpetrado el 6 de agosto de 2017.
Yadira Rodríguez, esposa del privado de libertad, contó a Cima360News que Medina fue privado de libertad el 24 de agosto de 2017, dos semanas después del asalto y siendo “completamente inocente de lo que se le acusa, lo sacaron de la casa”.
La cónyuge aseguró que Luis Carmona no tenía relación alguna con esa rebelión y robo de material militar; que terminó detenido porque un familiar presuntamente sí participó y se la pasaban juntos.
“Él estaba en mi casa (Guatire, estado Miranda), mi esposo es un civil y de verdad no tiene nada que ver en ese caso; nunca fue para Valencia. Lo vinculan porque un tío parece que participó y él se la pasaba con él”, dijo.
Una agonía tras la detención
Yadira subrayó que durante cuatro años y ocho meses de detención todo ha sido una angustia para la familia, pero especialmente los primeros meses.
Desde el momento que privaron de libertad a su esposo pasó un mes sin poder verlo y cuando lo hizo quedó una imagen grabada para siempre en su memoria. “La tristeza en sus ojos”, ella no olvidará nunca aquella mirada desconcertada que albergaba dolor en su esposo.
Torturas y secuelas
Según contó la familiar, el civil sufrió fuertes golpizas en manos de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim). Actualmente padece de dolores en una pierna y problemas auditivos.
“Mi esposo tiene una pierna operada y le daban patadas en esa pierna. De tantos golpes no escucha bien por un oído. Me gustaría que tuviera atención médica”.
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Pese a tener secuelas evidentes la atención médica durante la detención ha resultado casi nula. Comentó la esposa: “Lo llevaron a el médico cuando estaba en Ramo Verde pero solo una vez y ya”.
De centros de reclusión para presos políticos a cárceles comunes
Así ha transcurrido el tiempo en prisión Luis Medina. Desde el 24 de agosto de 2017 hasta el 9 de octubre de 2018 estuvo en El Helicoide, en Caracas; Desde el 9 de octubre de 2018 hasta el 24 de enero de 2022 estuvo en Ramo Verde, Los Teques, estado Miranda; Desde el 24 de enero de 2022 hasta el 25 de febrero de 2022 en la cárcel común de Yare, en Miranda y actualmente en el Rodeo III también en Miranda.
Estatus del caso judicial
A Luis Eduardo Medina Carmona lo acusan de “Traición a la Patria y Sustracción de efectos perteneciente a las Fuerzas Armadas, Rebelión militar y Ataque al centinela”, según detalló su esposa.
En un primer momento, estaba siendo juzgado en un tribunal militar, la cónyuge detalló que hubo esperanzas de que todo terminara porque todo parecía ir bien; pero fue entonces cuando trasladaron el caso de los civiles detenidos por la Operación David a tribunales ordinarios y todo comenzó desde cero nuevamente.
Medina Carmona familiar
Antes de terminar detenido por causas políticas, Luis Carmona se dedicaba a trabajar como escolta de un empresario venezolano, levantaba su hogar junto a su esposa y dos hijos que ya están en la adolescencia.
Su esposa puede verlo cada ocho días, pero anhela con verlo todos los días y en casa, junto a ella y a sus dos hijos; trabajando honradamente como siempre hizo.
La Operación David
El asalto ocurrió en el Fuerte Paramacay, en Naguanagua, estado Carabobo, el 6 de agosto de 2017. La acción se desarrolló bajo el nombre Operación David, y estuvo liderada por el capitán de la Guardia Nacional, Juan Caguaripano.
Durante el asalto, se sustrajo de dicho establecimiento militar, armamento bélico. En esos días, fue difundido un video en el que el capitán Caguaripano, junto a un grupo de soldados, se declararon en contra de las políticas del régimen de Nicolás Maduro.
Desde el momento de la detención de Caguaripano, el resto de militares alzados y varios civiles, diversas organizaciones de derechos humanos y familiares denunciaron torturas y tratos crueles de parte de funcionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim).